Después de salir derrotada del proceso en el que se definió la candidatura de Morena a la alcaldía de Tijuana, la presidente municipal Montserrat Caballero Ramírez, rompió el distanciamiento que tenía con el ex gobernador Jaime Bonilla Valdez. En ese ánimo, se desistió de denunciarlo por supuesta violencia política e incluso le reconoció que el también comisionado político nacional del Partido del Trabajo la apoyara en su derecho a inconformarse por no resultar favorecida en sus aspiraciones a la reelección.
Para Bonilla Valdez la reconciliación a la que apeló Caballero no significa que la ex diputada local, quien mencionó que en Morena era mínima la militancia con la que podía contar, pudiera disponer de una plataforma en el Partido del Trabajo para poder catapultarse con fines electoreros.
En entrevista con ZOOM Político, el Senador de la República y aspirante del Partido del Trabajo a reelegirse sostuvo que los espacios en ese instituto político se tienen que ganar y que para pronunciarse por una candidatura hay que generar trayectoria. “Esa es una decisión que ella debe de tomar, a dónde quiere ir. Yo lo único que te puedo decir, que en el PT ella es bienvenida porque es una mujer de izquierda, como militante”, expuso el político tijuanense.
Se dijo abierto a que la munícipe “busque sus oportunidades” en el PT; “porque yo creo que son más las cosas en las que estamos de acuerdo que en las que no estamos de acuerdo”, sostuvo, y recalcó no aprobar las políticas públicas implementadas por Caballero Ramírez en materia de seguridad. Sobre ese particular, recriminó que la funcionaria municipal haya decidido a mediados de 2023 mudarse al Cuartel Militar del 28 Batallón, por motivos de seguridad, proyectándose como “la única” alcaldesa a nivel nacional en recurrir a esa medida.
También compartió su opinión de que el 12 de marzo la alcaldesa se haya desistido del recurso que presentó en su contra, así como del aspirante del PT a la alcaldía de Tijuana, Marco Antonio Blásquez Salinas, a quienes Caballero Ramírez había acusado de emprender “una campaña mediática de desprestigio y violencia política” en un afán de desprestigiarla.
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“Yo digo que eso era una situación que el tiempo se iba encargar y el proceso se iba a encargar. Nosotros no pensamos que realmente hubiera habido ninguna violencia política. Pero la razón por la que ella, si tú me preguntas, se desistió, es una decisión meramente de ella”, indicó.
A decir de Bonilla Valdez, detrás de la reconciliación de la alcaldesa con él, no hay intereses políticos. El legislador federal aseveró que ni siquiera ha conservado con ella en aproximadamente año y medio: “Yo no he hablado con Montserrat para nada. No he tenido ninguna conversación”.
Mencionó que cuando más, la ha saludado por WhatsApp o le ha pedido “recibir a alguna persona para algún tema de las colonias o una cosa así”.
De su pronunciamiento a favor del derecho de la alcaldesa a objetar los resultados de la encuesta en la que no resultó favorecida, argumentó no creer en los sondeos que ha venido aplicando el partido en el poder bajo la conducción de Mario Delgado Carrillo como presidente del Comité Ejecutivo Nacional. “Es una mentira. Entonces engañaron a la gente. Esa fue mi razón por la que dije se le hizo una injusticia. Si a Montserrat le vas a ganar gánale en la elección. O sea no la elimines de esa manera. No se lo merece nadie”, dijo.
Atribuyó que la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, “estuvo detrás” de la derrota de Montserrat. “Claro que sí. Como un favor personal que le pidió Mario Delgado. Esa es la realidad. Conozco a Marina y conozco a Mario Delgado y conozco a Montserrat y sé los alcances; y Mario Delgado, como vio que como la gobernadora no podía manipular a Monserrat”, se lo solicitó, aseveró Bonilla.
Reveló que desde antes que Caballero asumiera la presidencia municipal, Ávila Olmeda trató de imponerse en su ámbito de decisión “y le quiso mover toda la planilla, le quiso cambiar a toda su gente, quiso controlarla controlando la planilla”.
En cuanto a otros funcionarios del gobierno municipal, como el secretario de gobierno y ex integrante del PAN Miguel Ángel Bujanda, Bonilla puso de manifiesto que para ellos no habría oportunidad de incorporarse al PT.
“Cuando yo tengo mi diferencia con Montserrat fuerte es cuando ella dice que lo va a poner de secretario. Le dije, ‘oye, duramos 30 años en sacar a los panistas’ (del poder)”, comentó.
Si bien el diputado local con licencia Marco Antonio Blásquez, se conduce como aspirante a la alcaldía, no es el único cuadro del PT que aspira al cargo de elección popular.
De acuerdo con Bonilla, la ex síndico Meli Espinoza, así como el diputado local suplente Ramón Castorena, a su vez pretenden candidatearse por el PT a la presidencia municipal.
Del diputado Julio César Vázquez Castillo, quien figuraba como militante del Partido del Trabajo desde antes que Bonilla migrara de Morena a ese instituto político y se inconformó con que se haya nombrado a Marco Antonio Blásquez como coordinador de fracción en el Congreso local, refirió que ya “limó asperezas”.
En contraposición a la consigna del dirigente estatal de Morena y virtual candidato a la alcaldía de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz, así como de Marina Ávila Olmeda, referente a que Morena ganará todas las posiciones en disputa en Baja California, el entrevistado estimó en referencia al partido en el poder que “todavía le va a alcanzar la viada para ganar posiciones en Baja California. Ya no va a ser carro completo”.
Dijo ser de la opinión de que con las elecciones del 2 de junio el Congreso quedará “muy dividido” y que el PT tendrá mayoría en la siguiente Legislatura.
De tal forma que la gobernadora “ya no va a poder cooptar y comprar las voluntades de los diputados; porque hasta los que queden de Morena, si quedan de Morena, no van a estar 100 por ciento con ella, porque ha hecho un mal gobierno”, remató.
