Asignatura pendiente en el campo de la medicina
En mi niñez, soñaba con ser médico, pero luego circunstancialmente la vida me llevó a cursar otra carrera.
Cuando estudiaba la secundaria, en la E.T.I.C. 24, solía ir a la entrada del Hospital General, imaginándome que era médico y trabajaba allí. En aquel entonces, el nosocomio se encontraba ubicado frente al Club Campestre, muy cerca de la entrada al Centro Escolar Agua Caliente.
Una de las materias que más me gustó en la educación media fue la de biología, donde la maestra Isela nos orientaba para diseccionar conejos, ranas y palomas, viendo con toda naturalidad y gran interés el funcionamiento de sus organismos.
Cuando en su momento, acudí a conocer las instalaciones de la UABC, en vísperas de ingresar a la máxima casa de estudios de la entidad, uno de los espacios que no quise perderme fue el anfiteatro de la Facultad de Medicina de mi Alma Máter.
De las asignaturas que más me atrajeron en la licenciatura en Derecho, fue la de Medicina Forense, siendo entonces natural que luego, en mi participación en el ministerio público, al inicio de mi carrera, aceptara sin reticencias acudir a dar fe de víctimas de delitos.
En concordancia con lo narrado, cuando he tenido la oportunidad de apoyar brigadas médicas, lo he hecho con gran entusiasmo y pasión.
En mi aportación periodística publicada el 8 de abril del 2019, con el título “Leones en Maneadero”, describí la jornada de salud visual descrita en https://zetatijuana.com/2019/04/leones-en-maneadero/
El 19 de julio del año 2019 se publicó un artículo de mi autoría en el Semanario ZETA, titulado “Una Misión Médica”, publicación que se puede leer íntegra en https://zetatijuana.com/2019/07/una-mision-medica/
En esas columnas narré la altruista labor que diversas brigadas de salud, provenientes de los Estados Unidos de América, brindaron a la población bajacaliforniana de escasos recursos económicos.
En esas jornadas y muchas más, además de que mi aportación en calidad de voluntario consistió en hacerme cargo del legal proceso de introducción a México de todos los artículos que traían y de guiar al contingente, me tocó la oportunidad de ser cargador, traductor y asistente de médicos, quienes me preguntaron si había realizado antes esa tarea, por la naturalidad con la que me he desempeñado.
Nunca me ha asustado la sangre ni estar en un quirófano, tanto en calidad de feliz testigo de tres partos, donde nacieron mis hijos, como incluso en calidad de paciente, en una profunda intervención quirúrgica, en la que preferí estar consciente y en incesante diálogo con el cirujano, sólo bajo anestesia local, en lugar de transitarla completamente inconsciente.
Por todo lo anterior, un capítulo profesional que tengo pendiente, es participar de lleno en un proyecto relacionado con la medicina, especialmente con la salud y la calidad de vida.
Todo es cuestión de atender la asignatura pendiente en el campo de la medicina.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval