De Trez en Trez
Uno.- A cinco días de distancia, necesario es referirse a la “Marcha por la Democracia” del domingo pasado.
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Fiel a su costumbre, el Presidente López Obrador minimizó y descalificó la marcha y a los cientos de miles participantes en más de 100 ciudades del país y el extranjero. Volvió a sus adjetivos favoritos: Conservadores, corruptos, demócratas disfrazados y de pasadita, presumió que está “blindado por su autoridad moral”.
Claudia Sheinbaum, en su registro como candidata de Morena ante el INE el mismo domingo, secundó al Presidente: Llamó falsos e hipócritas a quienes marcharon. Nada raro en ella que apoya en todo lo que dice o hace AMLO.
Cifras altas y bajas se barajaron respecto a la asistencia; 90 mil dijeron en el gobierno de CDMX, 300 mil, 500 mil y hasta 700 mil publicaron algunos medios del extranjero. La realidad es que no fueron tan pocos como la parte oficial indicó ni tantos como algunos organizadores y medios dijeron. Se sabe ya que el Presidente López Obrador siempre tiende a minimizar lo que no le agrada; en esta ocasión también afirmó que fue una “marcha de las minorías”.
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Total, que el pasado domingo se manifestaron sólo alguna parte de ciudadanos inconformes con el actual régimen. Como haya sido, se cumplió el objetivo de hacerse presentes y manifestar sus desacuerdos. AMLO y “su candidata” no las traen todas consigo, aunque sus “jilgueros y caracoles” digan una y otra vez lo contrario.
Doz.- Queda por ver si esa inconformidad se manifiesta en votos el 2 de junio venidero, porque es ahí donde se debe actuar en consecuencia; de lo contrario, sólo quedarán las fotografías, los videos y los audios del 18 de febrero como un suceso sin consecuencias.
Si de verdad se quiere cambiar el escenario político, la participación ciudadana debe ser de tal magnitud que no deje lugar a las dudas, sea para confirmar la continuidad de la 4T o para lograr un cambio en el poder con la ahora oposición. ¡Ah! Pero que se haga esto de forma derecha, legal y sin chapuzas; aunque dados los antecedentes y algunos personajes se duda que esto pueda suceder.
Estamos a pocos días del inicio oficial de las campañas electorales; seguramente será una batalla como no ha habido otra, y los ataques de todos los calibres, colores, aromas y sabores aumentarán en frecuencia y magnitud.
Trez.- A continuación, algunos datos de la participación ciudadana en elecciones pasadas más recientes:
Según datos oficiales, la participación ciudadana en la elección presidencial del 2006 fue del 58.55 por ciento, con un abstencionismo del 41.45 por ciento (IFE); en 2012 incrementó a 63.10 por ciento (INE); en 2018 la participación ciudadana fue del 63.42 por ciento y un abstencionismo superior al 36 por ciento (INE). En la más reciente elección federal realizada en el 2021 que fue una elección intermedia el porcentaje fue de 52.7 por ciento (INE).
En esta elección federal inmediata anterior, “…45.2 por ciento de la ciudadanía que disponía de su credencial para votar correspondió a edades de 20 a 39 años, las mujeres participan más que los hombres, las y los electores con 50 años en adelante participan más que las y los electores de otros grupos de edad”. (Estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2021”. INE, octubre de 2022). La meta debería andar por arriba del 70 por ciento…
Por ver entonces el desarrollo de las campañas, la participación ciudadana, y los conflictos postelectorales que seguramente habrá en caso de confirmarse la anunciada elección de Estado. El voto es el arma ciudadana para lograr los cambios necesarios por la vía pacífica, hay que aprovecharlo.
P.D.- Para “San Andrés y sus fieles seguidores”, sólo las concentraciones y las marchas de Morena son válidas, justas y legítimas…
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com
