“No hay loco que coma lumbre”.
-Refrán popular.
Milei no es ningún chiflado. Es un ultraderechista franco. Un hitleriano sin careta; hoy, por mandato de la oligarquía financiera, candidato presidencial “ganador” del reciente circo electorero argentino.
¿Pero de verdad este pigmeo fascista, epígono civilón del sanguinario militarote, Jorge Videla, privatizará todas las industrias estatizadas, como vocifera la “izquierda” pequeñoburguesa y burguesa; tal y como lo hizo, décadas atrás, el déspota argentino Saúl Menem, y en México, Salinas de Gortari?
Nosotros los comunistas no lo creemos, pero si lo hiciese, tales medidas privatizadoras únicamente serían en provecho del gran capital monopólico internacional.
Preguntamos: ¿El AIFA, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el Tren Transísmico, etcétera, etcétera, beneficiarán en algo al proletariado mexicano misérrimo? ¿Paliarán la miseria de los millones de desempleados?
El hecho de que dichas empresas mencionadas estén en manos de la soldadesca (SEDENA) no les quita su carácter estatal burgués. Son “públicas”, como pregona el absolutismo morenista.
La historia y los hechos -los irrefutables hechos, como decía Lenin- han demostrado que las empresas estatales (CFE, CONAGUA, etcétera) no son más que nodrizas que amamantan al gran capital privado. Verbigracia TESLA. Todo lo demás es pura sofistería.
Estatizaciones (o nacionalizaciones como algunos gustan llamarles) se han hecho y seguirán realizándose por una u otra razón; pero no han modificado ni jamás podrán modificar la naturaleza capitalista del sistema vigente. No podrán eliminar la explotación capitalista, el desempleo, la pobreza, la falta de libertades y de derechos democráticos.
“El capitalismo de Estado, tal como ya lo ha probado una larguísima experiencia, es mantenido e impulsado por la burguesía, para reforzar las bases de la sociedad capitalista, de su Estado burgués, para explotar y oprimir más a los trabajadores”.(Enver Hoxha, Eurocomunismo es anticomunismo. 1980).
Ciertos estamos que el “loco” de marras no hará nada que se oponga los despóticos propósitos del gran capital. De los todopoderosos inversionistas extranjeros.
Para los revolucionarios comunistas está claro como la luz meridiana, que Javier Milei ha llegado al poder presidencial (como lo indicamos arriba) por mandato de la clase rica capitalista que detenta el poder económico en Argentina. Y punto.
Las votaciones, lo hemos sostenidos siempre, son un mero carnaval de polichinelas.
Son los omnipotentes oligarcas bancarios, en Argentina, en México y en todas las naciones capitalistas, quienes eligen y le dan el “triunfo” al candidato de su preferencia. Al “idóneo” para que cumpla con obediencia canina sus órdenes. Esa es la “democracia burguesa”. El acatamiento ciego a los dictados del gran capital.
El gran Carlos Marx nos ha enseñado que “El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”(Carlos Marx. Manifiesto del Partido Comunista, 1848. p. 32). Sin importar si es un partido de “izquierda” o de derecha el que gobierne.
¿Qué ganan la clase obrera, los desempleados y las masas paupérrimas con el hecho de que una industria esté en manos de capitalistas privados o en manos del Estado burgués? Nada. En absoluto.
La “izquierda” burguesa -esto es, la socialdemocracia- pinta a Milei como a un feroz león y vocifera a los cuatro vientos que Argentina, con Milei como presidente, se hundirá en el caos social.
¿Será posible que Argentina se hunda aún más (con el susodicho “loco” en la presidencia) en el pantano de putrefacción, de la carestía de los víveres, del desempleo, de los salarios de hambre, etcétera, etcétera? Pestilente cieno en el que, desde hace décadas, se bate la nación sudamericana.
¿Habrá peor “caos social” para el obrero que el de permanecer a perpetuidad esclavizado, en fábricas y maquiladoras, creando riqueza ajena?
Verdadero “caos social” es la que sufren las familias proletarias al no tener un trozo de pan para mitigar su hambre.
“Caos social” es la sociedad burguesa capitalista donde un puñado de aves de rapiña se apropia de lo producido por la clase obrera. Dejando que los esclavos contemporáneos mueran en la más espantosa miseria.
En esencia, el “chiflado” militarote en ropaje de civil, Javier Milei, no hará nada diferente a lo que la “izquierda”, cuando ha estado en el poder gubernamental, no haya hecho.
Y, nosotros, los marxista-leninista-stalinistas siempre hemos sostenido que la “izquierda”, o sea la socialdemocracia, no es más que la derecha disfrazada. Tal y como lo señalaba el gran comunista José Stalin.
Guerra sin cuartel contra el nuevo Jorge Videla argentino, y guerra sin miramiento alguno contra la socialdemocracia, es decir, contra todos los regímenes burgueses de “izquierda”.
Atentamente,
Javier Antuna.
Tijuana, B. C.
Correo: triunfocomunista@gmail.com