“La popularidad, no significa buen gobierno”.
–Denise Dresser, ¿Qué Sigue?
Viktor E. Frankl, médico judío, psiquiatra, sobreviviente del holocausto en Polonia, en El Hombre en Busca de Sentido, y en El Hombre Doliente expresa su decepción cuando, al ser liberados del campo de exterminio, sus compañeros rescatados salieron llenos de rencor y enfurecidos a cobrar venganza contra los alemanes, para saquear y agredir a quienes los oprimieron en los campos de concentración.
De acuerdo al Israel Times, o a la agencia palestina informativa Wafa, como en los tiempos de la cautividad babilónica, en el reinado del romano Numa, y del rey judío Manasés, quien cruelmente asesinó a Isaías, de los grandes profetas de Israel, al interior de la comunidad hebrea nacional e internacional, miles de voces están pidiendo un alto a la masacre de civiles en esa región.
En universidades como la de Cornell, Estados Unidos, se ha incitado a grupos antisemitas atacar a los jóvenes estudiantes de la comunidad hebrea. Y de acuerdo a CNN, las agresiones se han elevado hasta un 400 por ciento en referencia al 2022. En las calles aledañas a Cornell, se leen consignas de Israel facist.
En dos décadas más, en el mundo se estará celebrando el memorial del holocausto, donde los alemanes y criminales nazis sacrificaron a millones del pueblo elegido Israel. Por la información que fluye en redes y medios de comunicación, el comportamiento del ministro Netanyahu es comparable al de Adolfo Hitler, a decir del colombiano presidente Petro. Y en el consenso popular no se puede ocultar el abuso de autoridad y la indefensión en la que están muriendo cruelmente cientos o miles de palestinos no sólo en Gaza, sino en otras regiones fronterizas del Estado de Israel.
Muchos años antes de la Navidad o nacimiento del Hijo de Dios, el niño judío palestino Jesús, profetizó su nacimiento el gran Isaías, cuyos textos se leen en todo el mundo con motivo de Buone Natalle o Feliz Navidad, en las misas del 25 de diciembre. Si los israelitas sufrieron el holocausto nazi en Europa, antes del nacimiento del Cristo y los cristianos, habrían experimentado gran dolor en la cautividad en Babilonia, y por casi 70 años.
En la Ciudad de Dios, San Agustín describe y reflexiona en el devenir del amor y misericordia de Dios que recorre desde el Antiguo Testamento (Torah Judía), los profetas menores y mayores (Isaías), que Dios no es un Dios exclusivo de los judíos, sino un padre de todos; por eso se revela en un bebé nacido en la indefensión, en la pobreza, y providencialmente en Palestina, es decir en Gaza. Siendo judío, descendiente del Rey de Israel: David. María, la virgen madre del Niño Dios, es de la familia de David.
Creo que el Papa Juan Pablo II, quien sufrió directamente como polaco, la maldad personificada en el nazismo y en el comunismo soviético, convivió y amó tanto a sus amigos judíos de Wadowice (cerca de Oswiecim-Auschwitz), que la corresponsal en Roma Valentina Alazraki (judía), se convirtió al catolicismo por el testimonio de santos como Karol Wojtyla.
Otro de los grandes conversos al cristianismo es el ginecólogo judío Bernhard Nathanson, un tiempo llamado el Rey del Aborto, quien asesinó en el vientre materno a más de 75 mil niños por aborto, y quien ayudó a “legalizar” el aborto en USA, engañando a la Suprema Corte Norteamericana al inventar inverosímilmente el caso de una enfermera “violada”, lo cual era una mentira. Nathanson lo reveló al convertirse en uno de los líderes católicos del movimiento por la vida.
Hará unos 60 años, cuando el obispo neoyorquino Fulton J. Sheen expresaba que el mundo estaba muy inquieto; hoy estamos al borde del fin del mundo. Pero no nos hagamos ilusiones de falso profetismo, porque la expresión no se refiere a que el Cosmos o la creación serán exterminadas. Quizá debamos prepararnos para morir chamuscados por las enormes radiaciones nucleares que seguramente llegarán hipersónicamente a todos los rincones de la tierra, cuando la incomprensión entre nosotros termine en lo que apocalípticamente llaman conflagración mundial.
Lo que es evidente, al menos en México, es que los manipuladores de cerebros, en los medios y redes, nos quieren enredar con el miedo para no participar, para no hablar, para no votar, para no cambiar. El fin del mundo es pedirle a Dios que ya no seamos tan mentirosos, tan malvados, tan indiferentes, tan alejados de Dios y sus mandatos. ¡Pásela bien! La Navidad es el cumpleaños del Niño Dios, nacido en Belén, cerca de Gaza, judío de religión y de raza.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.