Hace diez días anotamos en agenda, comentar sobre los jóvenes. Apareció una mini encuesta de diez chamacos cuya edad máxima de 21 años, mereció de un diario local asegurar que entre los jóvenes no había interés por las elecciones. En las últimas semanas, nuestro México conoció los criminales asesinatos de muchachos jóvenes y con un largo camino por recorrer. Cambió temática del comentario.
Este país está sufriendo las agresiones verbales de un Presidente que trae la brújula dañada, como su enfermo corazón, que propicia agredir a todos los grupos sociales de la vida nacional. En las tres últimas masacres han asesinado a jóvenes, casi todos cursando estudios, pero que el huésped de Palacio Nacional no esperó al resultado de las investigaciones para acusar de adictos a estos muchachos asesinados.
Es una pena que a este Presidente, omnímodo, a pesar de sus enormes errores y faltas a leyes, no haya ninguna autoridad que lo obligue a retractarse, a ofrecer disculpas. Cuando mucho le informan de los yerros cometidos, pero eso nada le importa. No respeta leyes ni reglamentos, tampoco a las instituciones que están para exigir cumplimiento, incluyendo al ejecutivo de la nación.
Expresado su sueño dorado, quiere que el próximo Congreso de la Unión esté integrado en su mayoría por los genuflexos de su grupo político (ahora aumentado por los chapulines del PAN, PRI y PRD). Ojalá que los jóvenes ese grupo de 30.7 millones que el INEGI consideraba en 2018 entre los 15 y 29 años, quienes estén en edad de votar, se acerquen a las urnas en el 2024 y no permitan que nuestro país tire a la basura instituciones que costó mucho esfuerzo crear.
Además, los jóvenes tienen que analizar con calma e inteligencia a cada uno de los candidatos a legisladores para dar su voto a quienes garanticen la estabilidad social y el fortalecimiento de la democracia. Que no les anulen su libertad ni crean la obsoleta expresión de “Prian”. Los de Morena no nacieron ayer, éste se formó con ex militantes de esos partidos que hoy satanizan, incluyendo al expriista AMLO, que hasta compuso el himno a su partido -que luego abandonó- el PRI.
Nota 1. Los cobardes asesinos de jóvenes de Guanajuato, Zacatecas o cualquier lugar mexicano, deben pagar sus crímenes. Los matones no son ciudadanos de bien. La autoridad federal tiene el compromiso de ir por ellos; sabe quiénes son, dónde se esconden. Cumplan con su deber. No sean cobardes.
Nota 2. Baja California se merece mejores funcionarios públicos. Los partidos de oposición deben buscarlos entre la sociedad civil. Se comprometieron.
Nota 3. México no aguanta tanto despilfarro. Miles de millones perdidos por la incapacidad de actuales gobernantes.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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