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viernes, febrero 16, 2024
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De Culiacán a California

Cuando el sinaloense de Culiacán Ricardo Bon Echeverría observó cómo las personas en situación de calle sacaban su alimento de la basura en la central de abastos, se le quebró el corazón, y con su amigo Enrique Torres de Navojoa, Sonora, paisano y camarada de Javier Alatorre, se lanzaron a fundar el primer Banco de Alimentos en la Central de Abastos de Guadalajara. De aquí nacería la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos (AMBA).

En Chapala, Jalisco, asistía al primer encuentro, una religiosa fundadora en Estados Unidos de Second Harvest, los primeros foods banks de América, al igual que la Federación Europea de Bancos de Alimentos. La misión es ser un puente entre el que tiene y el que no. La Conductora Lolita Ayala, cuenta en la Ciudad de México con una de estas obras de caridad que evitan que alimentos en buen estado se tiren o no sean aprovechados para el consumo humano. El corazónde estas instituciones son los mercados de abastos como el de Mexicali, Tijuana, Chihuahua, Sonora, Guadalajara, y en casi todo el país.


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Aunque las instituciones son administradas por la Iglesia Católica o cristianos, para los bancos de alimentos la misión es dar de comer al que tiene hambre. De hecho, Second Harvest significa “segunda cosecha”; para evitar que los agricultores en todo Norteamérica disquén o reciclen como composta miles de toneladas de alimentos buenos. Mejor son donados a los foods banks, que no ven religión, ideologías, o filiación política.

Los comerciantes de las centrales o mercados de abastos son muy generosos. Tan sólo en Guadalajara, Colima, Hermosillo, Mexicali y Tijuana, participaron en las fundaciones de los respectivos bancos de alimentos, los hermanos Aguilar Heredia (Tecomán, Colima), motivando a sus colegas empresarios a no tirar la merma sino a donarla, incluso con el beneficio de un recibo deducible de impuestos, y así ayudar a miles de personas necesitadas de alimentos; que de lo contrario irían al consumo animal –como desperdicio–, o de plano a la basura. El co-fundador fue sin dura Enrique Torres, entusiasta empresario.

Este 23 de noviembre Monseñor Jesús Herrera Quiñonez llega a Culiacán, Sinaloa como Obispo; cuando la corona española hacia el siglo XVII-XVIII desea fundar y poblar la Misión de San Francisco de Asís, hoy San Francisco, California, el capitán Juan Bautista de Anza y el franciscano Francisco Garcés, sacerdote martirizado en Yuma, Arizona en 1781… motivarán desde Sinaloa, y en especial con gente de la Villa de san Miguel de Culiacán (fundada en 1531), a cientos de hombres y mujeres que valientes acompañarán al capitán y al fraile, cruzando por el Río Colorado rumbo a la bahía californiana.


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Tito López Toro, fue un maquinista del Pacific Southwestern Trail, que motivó desde 1916, para que San Luis Río Colorado, conservara el nombre original como Rancho San Luis. En Baja California, históricamente de cada cinco habitantes, uno es de Sinaloa. Irresponsablemente se les ha estigmatizado, cuando en realidad son gente emprendedora y trabajadora a todos los niveles en el comercio y empresas. 

Los misioneros jesuitas, entre ellos el primer mártir de Culiacán, el padre Gonzalo de Tapia, cuyo cráneo se encuentra custodiado en la casa jesuítica de Polanco, entregaron su vida y motivaron a los sinaloenses a socorrer a sus lejanos vecinos de la península califórnica a través de las misiones desde Guasave, Guamúchil, Culiacán y el Valle del Fuerte.

Como ha documentado Juan Alberto Cedillo en su investigación de Los Nazis en México, fue un grupo de norteamericanos que indujeron en el contexto de la primera guerra mundial, a sembrar en los ricos valles sinaloenses regados por una docena de ríos naturales; cultivar y producir mariguana y heroína, para uso –discreto– de sus soldados y militares. La cosa se salió de control, y se ha tornado un infierno incontrolable en todo el mundo a través de los cárteles que curiosamente manejan dólares, en sus operaciones delictivas, como acusaban a México en el sexenio del licenciado Felipe Calderón: México es el trampolín de la droga. ¡Sí, claro! Les respondía valiente Santiago Creel, Secretario de Gobernación: México es el trampolín, porque Estados Unidos, es la alberca olímpica.

Sinaloenses entusiasmados por De Anza y Garcés, fundaran San Francisco

La llegada de un mexicalense a la diócesis de Culiacán, permite no olvidar que, providencialmente, en octubre de 1973, en la capital de Baja California, nació el primer programa católico de radio de la República Mexicana, el De Colores, fundado por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad a través del de Navolato, Sinaloa, Rodolfo “El Santito” Cárdenas Trasviña, que a sus casi 92 años, con su voz de trueno, sigue gracias a Dios transmitiendo como aquel octubre de hace medio siglo, su Alegre programa de motivación y participación, en el cuadrante radiofónico de Amplitud Modulada 850, de 9 a 10 am.

Cosas de la Providencia: el padre Lino Aguirre García, que sería el primer obispo de la Diócesis de Culiacán (1944-1975) (Octavo de la diócesis de Sinaloa), quien salvó milagrosamente la vida cuando en la casa de los hermanos Vargas fue detenido en 1927 en Guadalajara, líder de la Unión Popular (UP), ahora beato laico mexicano; don Lino Aguirre García, fue quien recibió en el Seminario de Culiacán al joven José Isidro Guerrero Macías.

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

Correo: saeta87@gmail.com

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