Tras anunciar el cierre del Domo IMAX el pasado viernes 10 de noviembre “por mantenimiento a su equipo”, el Centro Cultural Tijuana (CECUT) informó que regresarán las funciones del Cine Planetario a partir del sábado 18 de noviembre de 2023, de acuerdo con un flyer emitido por el organismo federal en sus redes sociales el viernes 17 por la tarde.
Oficialmente, el CECUT que dirige Vianka Robles Santana para el sexenio 2018-2024, organismo dependiente de la Secretaría de Cultura federal, no ha informado en qué consistió el “mantenimiento a su equipo” del Domo IMAX, tal como emitió el viernes 10 de noviembre; tampoco sobre los contratos de mantenimiento que mantenían administraciones federales anteriores del CECUT con IMAX Company de Canadá, la inversión del mantenimiento en este sexenio o por qué en esta administración no se ha invertido en tecnología digital del Cine Planetario, de acuerdo con una de las cuatro recomendaciones que hizo la administración 2012-2018 a la dirección del organismo cultural para el sexenio federal actual que concluye en 2024.
El último mantenimiento al interior del Domo IMAX fue en 2013, con una inversión de aproximadamente 7 millones de pesos, efectuado por la administración federal 2012-2018.
Hijo de Pedro Ramírez Vázquez, codiseñador del proyecto arquitecto junto con el arquitecto Manuel Rosen Morrison en 1982 (ambos fallecidos), el arquitecto Javier Ramírez Campuzano advirtió en entrevista para ZETA, el martes 14 de noviembre de 2023, que el mantenimiento al Domo IMAX del CECUT debe ser preventivo y “no para arreglarlo”. Cabe destacar que el miércoles 8 de noviembre, el organismo federal suspendió las funciones del Domo IMAX “por causas de fuerza mayor” y “hasta nuevo aviso”.
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– Definitivamente, con el respectivo mantenimiento preventivo no debió haberse dañado el Domo IMAX…
“Que no vuelva a suceder y tomar medidas preventivas, y atacar no tanto el efecto, como es este caso, sino en adelante atacar las causas para que no vuelva a suceder y tener una capacidad de respuesta anticipada”, expuso a este Semanario el arquitecto Javier Ramírez Campuzano.
“Se ha dañado el Domo por una cuestión estrictamente técnica, lo que supone un trabajo regular en cuanto a monitoreo. Por lo que sé, todos estos equipos tan sofisticados y con tecnología tan específica, deben tener un manual de operación de mantenimiento, no para arreglarlo, sino para prever que no se desarregle. Entonces, yo no sé si esto se derive de una falla técnica -qué raro que desde que se inauguró no haya sucedido nada-, o de un descuido administrativo”, cuestionó Ramírez Campuzano.
“La compañía IMAX de Canadá es la única que hace servicio de mantenimiento, fue una contratación de 1982 en que se inauguró el Centro Cultural Tijuana. Si había funcionado siempre y nunca había sucedido algo tan grave como esto, pues seguramente tenía buen mantenimiento y seguimiento en su operación. Me sorprende que pasen este tipo de cosas, pero por ejemplo, en el Museo de Antropología, la Sala de Orientación, hay aparatos que son de 1974, 1982, siguen funcionando bien porque, claro, se les da una atención a la operación y mantenimiento”, complementó.
– La administración federal 2012-2018 recomendó a la actual dirección del CECUT 2018-2024, sustituir el proyector análogo del Domo IMAX por tecnología digital, pero a un año que termine la dirección de Vianka Robles Santana, el gobierno de la llamada Cuarta Transformación no ha invertido en la actualización. ¿Qué opina usted o cuál sería la exigencia?
“Si en el sexenio anterior se dejaron esas recomendaciones, o incluso recursos, pues habrá que ver por qué no se abordaron a tiempo. Lo que es un hecho es que se tiene que abordar”, cuestionó.
“En cuestiones de operación y mantenimiento, en México no hay una cultura de operación y mantenimiento en lo general, pues no es de extrañarse que no se haya hecho el mantenimiento ahora. Pero ¿por qué antes sí se hacía? Entonces, ahí está la pregunta. Pero lo importante es ver hacia adelante, las medidas preventivas y que no vuelva a pasar y resolverlo, conocer las causas para evitarlas, para preverlas y enfocarse a medidas preventivas más que de abordar los efectos”, concluyó el arquitecto Javier Ramírez Campuzano.
