La ruta aérea Ciudad de México-Mexicali podría tener menos frecuencias tras la reducción de 52 a 43 operaciones por hora (17%) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México Benito Juárez a partir del 8 de enero de 2024.
Así lo consideró el especialista Juan Carlos Machorro Guerrero, quien señaló que, de cancelarse vuelos a aerolíneas mexicanas, éstas privilegiarían aquellas rutas comercialmente más redituables, sacrificando aquellas que no lo son tanto. Ello también implicará una afectación en términos de conectividad, ya que no es lo mismo volar desde el aeropuerto de CDMX, con conexiones prácticamente a toda la República Mexicana, Centro y Sudamérica, que volar del AIFA o de Toluca, que no tienen vuelos pese a lo anunciado por la actual administración.
El especialista estimó que la ruta MEX-TIJ podría no tener afectaciones al ser de las más redituables, ya que, desde hace algunos años, Cross Border Xpress se ha vuelto un cruce y ruta natural para quienes desean acceder a la frontera californiana. “De hecho, no existen hoy rutas directas México-San Diego, porque la gente privilegia el uso de la ruta hacia Tijuana, que es mucho más accesible en términos económicos”, indicó Machorro.
Al cierre de julio de 2023, el Aeropuerto Internacional de Tijuana se ubicaba como el cuarto con más pasajeros atendidos, con 6.9 millones, según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).
Inicialmente, el Gobierno Federal había anunciado que la reducción de operaciones en el AICM entraría en vigor el 29 de octubre de 2023; pero días después pospuso la medida hasta enero.
En entrevista con NEGOCIOZ, el socio del despacho Santamarina + Steta señaló que otra afectación por la reducción de operaciones en el AICM será el encarecimiento del boleto de avión. Se estima que un millón y medio de pasajeros dejará de volar por esa terminal entre noviembre y diciembre de 2023, “ante una demanda constante, porque la gente no quiere volar desde el AIFA (Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles), cuando la oferta sea menor y la demanda permanezca o incluso incremente se encarecerá el boleto, mientras los pasajeros que ya adquirieron boletos para la temporada de invierno resultarán perjudicados con la cancelación de vuelos”, apuntó.
Para las aerolíneas, la reducción de operaciones “muy probablemente” significará pérdidas y recortes de personal, ya que prácticamente todas las líneas aéreas troncales mexicanas (que vuelan desde distintos puntos del país y el extranjero) tienen su base de operaciones en la terminal aérea capitalina y se verán afectadas sustancialmente con la reducción en 30% de operaciones en los últimos dos años.
Machorro Guerrero previó que las empresas presentarán juicios de amparo contra la medida del Gobierno Federal, ya que fue determinada unilateralmente y en contra de los lineamientos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que establece que los recortes de operaciones deben notificarse y acordar con un año de anticipación, no de la forma en como se está haciendo actualmente.
Además, las empresas aún no se recuperan completamente de las afectaciones causadas por la pandemia de COVID-19 y de la degradación de la autoridad aérea mexicana a la Categoría 2, con la que no se pueden abrir nuevas rutas ni más frecuencias hacia Estados Unidos desde hace 27 meses.
Juan Carlos Machorro Guerrero consideró que la reducción de operaciones también enrarece el convenio bilateral entre México y EU, por lo que es “altamente probable” que las aerolíneas norteamericanas emitan un pronunciamiento ante alguna afectación y “nuevamente veamos un extrañamiento de la autoridad norteamericana en relación con temas de reciprocidad y la validez” de la disposición.
Recordó que en 2022 se redujo por primera vez el número de operaciones de 61 a 52 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que representó 15%. Disposición que en particular afectó a las aerolíneas mexicanas, especialmente a Aeroméxico, a la que impactó en 88% de sus operaciones que fueron canceladas.
Pese a ello, el año pasado el AICM subió la cifra anual de pasajeros a más de 50 millones, al trasladarse en aviones más grandes, en tanto datos oficiales indican que, de enero a julio de 2023, hubo 25.4 millones de pasajeros en el AICM, “casi el máximo histórico de 2019, cuando alcanzó 29 millones de pasajeros; mientras el mercado no tenga mayor apetito por ir al AIFA, eso no puede resolverse por decreto”, observó el especialista.
En su opinión el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles “no ha terminado de despegar”, pero aún no puede calificarse como un fracaso, toda vez que es una terminal aérea en el sistema metropolitano planteado por el gobierno actual, junto con el de Toluca.
“Toma tiempo que el mercado voltee a ver al AIFA”, que ha sido afectado por la degradación a Categoría 2, al impedirle abrir rutas a Estados Unidos y es cuestionable que haya sido inaugurado antes de recuperar la Categoría 1 y sin la conectividad terrestre necesaria.
A la par, Machorro consideró “un error” que no se estén mandando más rutas y frecuencias al Aeropuerto de Toluca, una buena alternativa para los pasajeros que trabajan o habitan en el poniente de la Ciudad de México.
El año pasado, la autoridad mexicana anunció la reducción del 15% como una disposición de carácter temporal a razón de hacer ciertas obras de mantenimiento dentro de las dos terminales del AICM, pero “la verdad es que esas obras no han tenido lugar” por la situación presupuestal complicada que vive ese aeropuerto.
Para cualquier aeropuerto del mundo, la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), la cual se paga por pasajero, implica el ingreso más importante para dar mantenimiento y operación a la terminal aérea, pero en el caso del AICM, toda TUA está comprometida a pagar a los tenedores de bonos que financiarían la construcción del Aeropuerto de Texcoco, cuyos contratos se modificaron cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador canceló la construcción de esa terminal.
Por último, el entrevistado recordó que desde 2014 se decretó que había una situación de saturación en el AICM, topando el número de operaciones a 61 en una franja de horarios de 06:00 a 22:00 horas. En su oportunidad, la Cámara Nacional de Autotransportes (Canaero), que agrupa a 60 aerolíneas, empresas cargueras, taxis aéreos, entre otros, advirtió que la medida traerá cancelación masiva de vuelos, repercutirá en empleos directos e indirectos y propiciará un alza en el costo del boleto de avión, así como la pérdida de competitividad del AICM, ya que uno de cada cuatro vuelos internacionales llega a ese aeropuerto.