Este año BC pasará a la historia: rebasó 40 muertos por golpe de calor y la comunidad vivió un agresivo aumento de temperatura que exhibió lo frágil que es CFE
Año con año Mexicali se vuelve una de las ciudades más calientes del mundo, al alcanzar temperaturas que superan los 50 grados en el termómetro, un nivel de calor que puede terminar con la vida de una persona en cuestión de horas sí tiene una exposición prolongada.
Esa fue la realidad de 42 personas, entre ellos mujeres, jóvenes y niños, que extinguieron su vida al exponerse por algunas horas a las altas temperaturas que se documentan. Sí bien es cierto que la mayoría de las víctimas son personas en contexto de movilidad o de abandono, y por ende no tenían refugio, la realidad es que nunca en la historia se habían documentado tantos decesos por esta causa.
Resulta inverosímil pensar que un fenómeno que ocurre cada año y que termina con la vida de personas no puede ser advertido por las autoridades, que fueron superadas por la cantidad de decesos ocasionados por las altas temperaturas. En los últimos dos años, el Estado documentó 27 decesos, respectivamente.
No conforme con ello, las deficiencias de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su red de distribución costaron mucho a las familias bajacalifornianas, que durante este verano tuvieron que acostumbrarse a que cada día sufrieran afectaciones en el suministro eléctrico.
Comunidades como Valle del Pedregal o el Valle de Mexicali, permanecieron hasta por cuatro días sin servicio, por lo que -además de sufrir calor- perdieron toda su despensa y sufrieron severos desperfectos en sus equipos electrónicos que la CFE no va a cubrir.
Según la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, sostuvo acercamiento con la propia CFE para conocer el problema y dijo que todo se debía a un problema en la red de distribución, la cual -aseguran- está muy abandonada.
Aquí radica el punto central: Cada año, Mexicali sufre por altas temperaturas y el consumo de energía repunta de forma sustancial, y aunque según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Baja California sólo cuenta con un seis por ciento de reserva eléctrica (una cifra muy baja), nadie dimensionó la gravedad de la problemática. Esto quiere decir que hay un responsable, alguien que no se preparó, y que durante varios años dejó que la infraestructura eléctrica de la entidad, colapsara ante la necesidad de la comunidad.
No es un consuelo ni una justificación el abandono histórico de la infraestructura para la distribución, cuando la actual administración federal lleva ya cinco años, y, por ende, tuvo cinco oportunidades para analizar la gravedad de las necesidades eléctricas y prevenirlo.
Mientras que en otros países, como Estados Unidos, están buscando nuevos mecanismos para aprovechar mejor la energía y reducir su consumo con mayor eficiencia, en México se sigue apostando al “no pasa nada” o a que los problemas se olviden cuando disminuya el consumo de energía.
Básicamente, los gobiernos de Morena apuestan al olvido para no resolver los problemas; o bien, prefieren simular gestiones, como lo hizo la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda con Manuel Bartlett; o Gina Cruz, con el gerente divisional de la CFE, Manuel Aguilar Aguilar.
Las muertes de calor y la intermitencia del servicio tienen culpables y debería tener responsabilidad, al menos administrativa; porque contar con energía eléctrica es un tema de salud y hasta de seguridad nacional. Pero nadie levanta la mano y cuestiona a los encargados, debido a una complicidad que se disfraza de institucionalidad política.
Por cierto, aquí los nombres de los encargados y gerentes de CFE que nunca salen a la luz para explicar algo que es directamente su responsabilidad:
*Juan Bautista Criollo Echeverría (Suministro Básico).
*Ing. Ernesto Olivas Félix (CENACE).
*Ing. Ramón Padilla Soto (Subgerencia Regional de Producción en B.C.).
*Ing. Jorge Luis Polanco Anguiano (Transmisión).
*Ing. Manuel Alejandro Aguilar Aguilar (Distribución).
Ninguno asume responsabilidades y tal parece que a nadie le importa que esto ya no se repita en 2024, cuando -se supone- los dos generadores de energía y la fotovoltaica de Sonora ya podrían estar brindando un poco de servicio a Baja California.
