En lo que va de 2022 al menos 200 migrantes pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQ han llegado a Tijuana, huyendo de la violencia y discriminación de la que fueron víctimas en sus lugares de origen a consecuencia de la homofobia, transfobia y lesbofobia.
Edoardo Rodríguez, titular de la Subdirección de Diversidad e Inclusión del XXIV Ayuntamiento, explicó que los migrantes provienen principalmente de Colombia, Venezuela, Guatemala y El Salvador, siendo estos últimos tres países los que tienen la principal problemática de la homofobia y discriminación; por ello no les queda otra alternativa que huir.
“Tijuana es un santuario migrante que apoya a todos los migrantes en general; la Subdirección se hace cargo de los inmigrantes que llegan a nuestra ciudad y que están en búsqueda del asilo político; ahorita están en ‘stand by’ por el Título 42, pero algunos ya están logrando irse -a Estados Unidos-”, mencionó Edoardo Rodríguez.
Susana Barrales, directora de “La Casita de Unión Trans”, mencionó que los Estados de donde huye principalmente su comunidad son Guerrero, Veracruz y Oaxaca, mismos que encuentran en esta ciudad más apertura y aceptación que en otros sitios de la República.
“Me encantaría que Tijuana fuera un Santuario para la comunidad trans porque tenemos un poco más de apertura; conozco muchos Estados y creo que es el lugar donde me he sentido un poco más acogida; hay lugares donde todavía las golpean, las corretean, las insultan, violan sus derechos y a ellos”, expresó Susana.
Una migrante de origen veracruzano, quien prefirió ser llamada “Litzy”, explicó que debió salir de su lugar de origen debido a que la gente de su comunidad la discriminaba por sus preferencias sexuales, e incluso en una ocasión “me agarraron a pedradas”.
“Allá -Veracruz- todavía es difícil hablar de sexualidad, peor aún de preferencias, pero llegó el momento en que ya no pude más y tuve que decirle a mi familia; todos me dieron la espalda. Mis vecinos hablaban mal de mí, se burlaban y hacían comentarios, una vez me agarraron a pedradas; mi familia no hizo nada; no denuncié por miedo. Huí cuando mis papás me querían obligar a casarme para curarme según ellos, pero esto no se cura, es como soy”, narró Litzy.
Datos de la Fundación Arcoiris indican que los Estados de Morelos, Veracruz, Baja California y Chihuahua, encabezan la lista de los estados con más crímenes de odio en contra de las personas LGBTTTIQ. En el caso de Baja California la Comisión Estatal de Derechos Humanos documentó en 2022 dos quejas de la comunidad LGBTTTIQ y en 2023 tres quejas por violación de derechos: igualdad, integridad y seguridad personal, trato digno, discriminación, seguridad jurídica y libertad.
