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viernes, febrero 16, 2024
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Karma chameleon

De Trez en Trez

Uno.- Andrés Manuel López Obrador ha sido uno como candidato y otro como Presidente del país; desde el inicio de su gestión ha desplegado una política camaleónica, es decir, “tiene una gran capacidad para cambiar de opinión, actitud o imagen con facilidad y según sus conveniencias,” de acuerdo con el diccionario que define el adjetivo.


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Como candidato en tres ocasiones, AMLO dijo que sería un buen presidente; hasta la fecha ha demostrado que llegó al poder para abusar de él, para imponer sus caprichos y su “muy personal estilo de gobernar”, nada parecido con lo que prometió.

Dijo ser conciliador y resultó todo lo contrario; aparece diario como buscabullas y se pelea con todos los que no comparten sus acciones y opiniones: los califica y descalifica, los etiqueta, señala, distingue, ningunea y los echa a sus huestes para que los destrocen.

Se vendió como demócrata: y probado está: la democracia es lo que menos practica. Le gusta que “sólo sus chicharrones truenen”; hace y deshace a su antojo, le importa poco violar sistemáticamente leyes y reglamentos, con tal de hacer su voluntad en tratándose de política y gobierno.


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Afirma una y otra vez: “la venganza no es mi fuerte”,  y vemos que no es así. Ha hecho de la venganza una forma de ejercer su poder, ejemplos -algunos muy personales- de ello sobran,  figurando entre ellos políticos, intelectuales, compañeros del Presidente, periodistas, empresarios y dependencias de la misma administración pública:  Rosario Robles, Felipe Calderón (no le perdona lo de 2006), Francisco Cabeza de Vaca (ex gobernador de Tamaulipas), Adrián de la Garza, Alejandro Díaz de León (ex gobernador de BANXICO), el ex Ministro de la SCJN Eduardo Medina Mora, el empresario Alonso Ancira, Enrique Alfaro gobernador de Jalisco, entre otros.

Doz.- Los periodistas críticos de AMLO también han sido tocados por la presidencial venganza: Carlos Loret, Pablo Hiriart, Joaquín López Dóriga, Carlos Alazraki, Víctor Trujillo, Ciro Gómez Leyva (víctima de un intento de asesinato aún no aclarado); figuran también intelectuales como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, hasta dependencias de la misma administración pública e instituciones de investigación y educación: CRE, CIDE, INE, TEPJF, CECyT. Y los que se vayan acumulando…

AMLO pregona que es sincero y honesto, pero miente diario y en cadena nacional: calla ante evidentes actos de corrupción de sus allegados; presume de liberal, sin embargo, es mucho más conservador que los que critica; se dice humilde cuando se le ve soberbio, ególatra y caprichoso.

López Obrador presume de ser feminista y no pierde ocasión para criticar al movimiento; las ha llamado “conservadoras, violentas, no auténticas, rebeldes sin causa”, pero lo peor es que poco hace para remediar los más de 17 mil asesinatos de mujeres ocurridos en lo que va de su sexenio (hasta marzo), la mayoría en entidades gobernadas por su (de él) partido Morena. El Gobierno Federal maquilla y manipula cifras para ocultarlo.

Cuando candidato prometió sería respetuoso de la Ley, y ya en el poder ha expresado en más de una ocasión “no me vengan con que la ley es la ley”, dejando ver el desprecio por el derecho (del cual es un ignorante convenenciero) y la poca disposición que tiene para respetar y promover el Estado de Derecho. Espacio haría falta para mencionar los ejemplos. Basta verlo y escucharlo a diario.

Trez.- Es transparente hasta rayar en la ilegalidad, revelando información y datos personales de otros particulares, pero espantosamente opaco (oscuro tirando a negro) en cuanto a permitir se conozcan el costo de sus obras insignias o de contratos asignados a sus cercanos.

El ahora Presidente se comprometió a mirar en todo momento por el bien del país y de sus habitantes, pero resultó ser ciego y olvidadizo; no ve la violencia imperante en el país, la pobreza que aumentó en sus primeros cinco años de gobierno. No se acuerda de que él invitó a los migrantes y ahora los persigue, los castiga; y mueren con total impunidad.

Se olvida de hacerles justicia a las mujeres, ignora el desabasto de medicinas, no ve a los enfermos terminales, no menciona a los nacionales desplazados por la narcoviolencia… en fin.

Así que de camaleón a karma chameleon, me quedo con Boy George y Culture Club; porque “camaleón” mis polainas, AMLO es un hombre ladino y taimado.

Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.

Correo: profeohe@hotmail.com

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Óscar Hernández
Óscar Hernández
Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernández Espinoza Oscar Hernandez 17 oscar@boltmedia.com.mx
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