Inmersos en amplias gamas y distintos lenguajes de la cinematografía nacional, los bajacalifornianos Katy Araiza, Hugo Crosthwaite y el sudcaliforniano, Augusto Reyes, apuestan por medio de su visión el acuño de historias y de identidad a través de sus respectivos cortometrajes “Amor Ice”, “Como Romeo + Julieta” y “El brillo de la luciérnaga”.
Con la etiqueta de mostrar sus producciones fuera de la Península, los cineastas preparan su exhibición como parte de la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), que se realiza del 20 al 31 de julio en las sedes de León, San Miguel de Allende e Irapuato.
“El hecho de que mi trabajo haya quedado seleccionado es muestra de que aún valoran hacer cine de la manera básica, tomando más importancia en la visualización de un tema y cómo se cuenta, la elocuencia de narrarlo; en este caso teniendo la técnica stop motion como experimento para abordar una historia de amor y tragedia”, expresó a ZETA el artista visual Hugo Crosthwaite.
Bajo la primicia, el cortometraje animado “Como Romeo + Julieta” presenta una adaptación moderna de la tragedia de William Shakespeare situada en la frontera México-Estados Unidos.
“Por mi experiencia de crecer en la frontera se ve totalmente la diferencia con el pasar de los años, pasando de una línea permeable en la que entras y sales, después con las políticas de Estados Unidos, que se ha ido militarizando convirtiéndose en esta gran fuerza de división. Dentro de esa temática se me ocurrió abordar el amor y reinterpretarlo en esta historia universal de la literatura occidental”, precisó el artista plástico rosaritense.
Para el dibujante tijuanense, en el arte no debe haber divisiones, por lo que su introducción a la cinematografía ha ocurrido con el fin de mostrar su expresión sin restricciones.
Dentro la misma sección, Cortometraje México, Augusto Reyes relata la historia de Pedro, un migrante indígena que regresa a su pueblo para asistir al funeral de su madre. Sus vínculos familiares están destruidos y se dispone a marcharse. Al enterarse del grave problema en que se encuentra envuelto su hermano Ismael, Pedro decide quedarse y enfrentar las consecuencias de su ausencia.
“Este corto nació entre el sentido de pérdida y redención. Está filmado en las profundidades del México indígena, en la comunidad de Fabio Altamirano, Veracruz, con una de las comunidades más cerradas del país junto con los de Lacandona (Chiapas). Había una necesidad por encontrar una raíz común en todos estos Méxicos por los que Dios me ha llevado, mi cine está con los despojados de la tierra, y este cortometraje me permite con toda humildad hacerme a un lado y dar voz a aquellas comunidades marginadas, desasociadas del México contemporáneo”, apuntó el sudcaliforniano, quien junto a la ensenadense Circe Arreola como productora, proyectarán por vez primera en el encuentro guanajuatense “El brillo de la luciérnaga”.
“Quedar en la selección del Festival es un honor, sobre todo viniendo de un lugar tan alejado, pero con una historia de raíz del Sur de México, con la cotidianidad de ver el mestizaje junto con las comunidades indígenas que bajan de la sierra, porque de la ‘Baja’ hacia la Baja Sur casi no se ve, los gringos son nuestra convivencia cotidiana”, subrayó el estudiante de Dirección del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), quien en el origen de su madre encontró tan fascinante narrativa.
“Tengo parientes en Veracruz, mi mamá es de Río Blanco, ella vivó en pobreza extrema y de joven viajó a La Paz. Después de entender sus orígenes, veo que todos en la Península somos de cierta manera migrantes, no tenemos pueblos originarios, los tuvimos, pero tampoco pertenecen a la ruta migratoria de los mayas o aztecas”, sumó.
A la par, la ensenadense Katy Araiza se une a la muestra con “Amor Ice”. Diez años después de su último consumo y adicción, la directora investiga sus recuerdos a través del archivo fotográfico, creando un viaje de autoexploración.
“El cortometraje no podría existir en ningún lugar porque es por medio de mi experiencia que se vive. Una narrativa particular, local, pero que a la vez resuena en todo el mundo, concentrado en un pequeño espacio llamado Ensenada, en conjunto con un proceso creativo natural”, explicó Araiza, quien también estuvo presente en la reciente edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara.