A mediados del año 2019, me contactaron para solicitarme ayuda para que una brigada médica de la Clínica Mayo, procedente de los Estados Unidos, pudiera ingresar a México durante una semana, con destino en la ciudad de Ensenada, con la finalidad de brindar en forma gratuita sus servicios a personas de escasos recursos económicos.
Fue así como conocí al Pastor Rubén y a Mary, su hija, así como a Cindy Carter y a Casey Caldwell, con quienes estuve en contacto, recabando información para llevar a cabo los trámites de la importación de los artículos que traerían para realizar la brigada de salud, cuya coordinadora general es Cindy y el jefe médico es el Dr. Casey.
Como Alianza Civil tendría la responsabilidad de la importación de dichos artículos, ofrecí que no sólo realizaríamos los trámites, sino que además dedicaría el tiempo que originalmente tenía programado para vacaciones, para acompañarlos durante los seis días que estarían en nuestro país.
Sólo sabía que ayudaría en lo que pudiera, pero no tenía claro exactamente qué actividades realizaría.
Pronto lo supe y ha sido una de las experiencias más gratas que he tenido en mi vida.
Al participar en la brigada, eres cargador, cuidador de niños, asistente, asesor, traductor, guía, futbolista; consigues contactos, escoltas, gestiones para cruce rápido, chiles jalapeños y cuanto se ofrezca; integrándote a un maravilloso equipo dotado de sabiduría, empatía, piedad, amistad y sonrisas infinitas.
El arribo de médicos, dentistas, pediatras, psicólogos, optometristas, enfermeras y voluntarios trae una inmensa alegría a las comunidades en situación de vulnerabilidad, puesto que pareciera que bajan del cielo ángeles que les brindan servicios gratuitos de salud de calidad mundial.
Pero independientemente de que la atención médica es lo más importante, la calidez con que escuchan y atienden con diligencia a cada paciente, (niños, adultos y personas de edad avanzada), esto brinda mucho más que sólo una simple consulta de salud, por lo que hay una gran diferencia entre la nula o poca atención que reciben cotidianamente y la celestial presencia de la brigada.
Los pacientes no sólo refieren dolencias físicas. En muchos de los casos, el desconocimiento y la soledad los tiene temerosos y desconcertados, por lo que, a la salida de la consulta, llevan medicamentos, lentes, vitaminas y un ánimo que antes no tenían. Sus rostros sufren una bella metamorfosis.
En la jornada 2019 me tocó asistir al Dr. Mike, en cirugía, mientras que este año me correspondió apoyar a los doctores Lindsay, Susan, Patricia y Casey, en consulta, con quienes se estableció un afectuoso vínculo que nos tiene enviándonos mensajes casi diarios, extrañándonos unos a otros, anhelando llegue la fecha del próximo reencuentro.
Todo es cuestión de andar de brigada.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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