La agencia Fitch Ratings bajó la deuda de largo plazo en pesos y en moneda extranjera de Petróleos Mexicanos (Pemex) desde BB- a B+, con perspectiva negativa, ubicándola en el rango más bajo en 23 años.
La reducción “refleja el impacto ambiental y social asociado con múltiples accidentes en las instalaciones operativas de Pemex desde febrero de 2023”, indicó la agencia horas antes de que ambientalistas denunciaran un derrame de hidrocarburo sobre el Golfo de México, del tamaño de la extensión territorial de Guadalajara, en la misma zona donde se incendió la plataforma Nohoch-Alfa, en el Complejo de Cantarell el 7 de julio, que provocó la muerte de dos trabajadores.
En su nota, Fitch consideró que los múltiples incendios activos e infraestructura crítica “reflejan preocupaciones” sobre las operaciones y falta de gastos de capital de mantenimiento en sus activos e infraestructura mientras aumenta el costo de la deuda.
La petrolera, que es la más endeudada del mundo, con más de 107 mil millones de dólares (más de 2 billones de pesos), tiene vencimientos de bonos de deuda por 4 mil 600 millones de dólares en 2023, y de 10 mil 900 millones en 2024. “El refinanciamiento de esta deuda expondrá a la empresa a mayores gastos por intereses que estresarán aún más su flujo de caja”, señaló la agencia.
Otra razón por la que Fitch Ratings degradó la calificación de la paraestatal -dirigida por Octavio Romero Oropeza- fue que existe incertidumbre sobre la capacidad y voluntad del Gobierno Federal para mejorar la liquidez y estructura del capital de la empresa, debido a que, durante el primer trimestre de 2023, Pemex no recibió apoyos de la administración federal, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores. Por último, Fitch calculó que la producción petrolera se mantendrá en 1.8 millones de barriles diarios.