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lunes, septiembre 30, 2024
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Dorian’s, We Miss You!

Hace años, un grupo de jóvenes aventureros y aventados decidieron que Tijuana requería y merecía unas tiendas que compitieran directamente con San Diego y que dieran al consumidor local artículos de calidad a precio razonable.

Salomón Cohen -uno de los jóvenes- se convierte en un comprador internacional, viaja hacia el oriente, que presentaba oportunidades en precio y calidad que podían permitir competir abiertamente con las poderosas cadenas comerciales de San Diego. La fama de Salomón se esparcía de Corea a Taiwán, a China y Japón. Sus habilidades como comprador se volvieron legendarias por ser cumplido, conocedor, buen negociador y excelente pagador.

Herman Hirch Dori, que se cambió el nombre a Pedro Dorian, había salido del campo de concentración en Europa, donde estuvo hacinado en Treblinka. Llega a Marsella, donde se enferma de comer plátanos podridos arrojados de los barcos de la compañía United Fruit Company y audazmente se cuela en uno de ellos, llegando a Nicaragua, donde trabaja de capataz de la “bananera”. De alguna manera llega a Los Ángeles a lavar platos, y de ahí, con su amigo y coterráneo Miguel Goldstein, caen por Tijuana donde reciben el apoyo de otro hombre leyenda, el Sr. Samuel Greenberg. Un mosquetero más se une al equipo y es Ángel García Vásquez, carismático, simpático, caballeroso y buen deportista.

Salomón es dueño de “La Marquesita”, una simpática tienda en la calle segunda que atiende con gran cuidado, comprando y vendiendo los productos que le apetecían a los clientes que por ahí pasaban. Escuchando a los consumidores y atendiendo sus necesidades (pues era un hombre orquesta), él vendía y el compraba por lo que tenía una buena sensibilidad del mercado.

 El Sr. Greenberg apoya a Pedro, Miguel y Ángel para que pusieran una tienda que se llamó “La Bola”, en donde estaba el viejo Correo de Tijuana.

Hay una oportunidad en la calle segunda: la Chrysler se va y se puede conectar en una “L” con el espacio de “La Bola”. Ante esa oportunidad, se unen los cuatro amigos y negocian con la familia González, surgiendo el primer establecimiento de “Dorian’s” con aparadores y maniquís.

¿Por qué se llamó “Dorian’s”? Porque Pedro se llamaba Herman Hirsh Dori; le agregan las dos primeras letras del nombre de Ángel y la S de Salomón y en broma decían que el apóstrofe era Miguel. Dori + an + apóstrofe + S.

El día de la inauguración en el año de 1959 Tijuana se viste de luces: una tienda moderna, funcional, con empleadas guapas y eficientes.

Estas tiendas atraen a propios y extraños. Los turistas de México y Estados Unidos acudían en parvadas a comprar. Años después ocurre el incendio de la tienda y más tarde la bodega. Dorian’s sobrevive a esas catástrofes y más (devaluaciones, cambios de gobierno, crisis); y sin embargo, sortea los obstáculos con el ímpetu de sus dueños.

Salomón compra, Pedro administra; Ángel resuelve los problemas gubernamentales y Miguel se concentra en la ropa de niños en Nueva York.

Han pasado los años, ni la avenida Niños Héroes ni Plaza Río son las misma sin Dorian’s; falta el genio y el ingenio de los cuatro mosqueteros. Falta el símbolo de Tijuana y la creatividad para competir abiertamente con San Diego. Falta Dorian’s.

We miss you, Dorian’s

José Galicot es empresario radicado en Tijuana.

Correo: jose.galicot@tijuanainnovadora.com

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