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jueves, octubre 3, 2024
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De Ucrania, México y Tijuana

Ya ha pasado un año de que el autócrata presidente ruso Vladimir Putin lanzara a sus generales a invadir Ucrania; y aunque ha ocupado la sexta parte de ese país víctima, para su enorme rabieta, lo han contenido. Ha habido episodios donde le han propinado el proverbial ojo morado: primerísimo, la resistencia tan valerosa; segundo, detenerlo y rechazarlo a las puertas de Kiev (la capital); tercero, cuando le hundieron el crucero insignia “Moscú; cuarto, la contraofensiva al noreste; y quinto, neutralizar el puente del Mar de Azov.

Frustrado y en su rabia enfurecida, cada vez arremete a dejar peor destrozado a ese país, amenazando con sus armas nucleares.

Como mencioné el año pasado, la guerra o iba a acabar en un retiro (improbable), o toda Ucrania ocupada y el surgir de una rebelión de guerrillas (no dado), o conflicto destructivo y prolongado por tiempo indefinido, sobre todo contra civiles (la trágica situación actual). Peor, siendo desigual la guerra (en tecnicismo, llamada “asimétrica). Al ser Rusia 25 veces más grande en superficie y casi cuatro veces más en población, desde el inicio ha tenido supremacía en tropas, tanques, aparatos aéreos y navales; una industria armamentística inmensa y -repito- tiene armas nucleares. Ucrania, a pesar de su valerosa defensa, de ningún modo se le ha aproximado, y por sus menores recursos está desesperadamente limitada a depender de endeudarse por las armas que Europa y E.U. le dan a cuentagotas.

Rusia -como desde hace siglos- persigue su manual de estrategia de guerra de desgaste (“de atrición”), así como hace dos siglos, en 1812 contra Napoleón. Que mientras llegaba y tomaba Moscú, le hicieron guerra de guerrillas y tierra calcinada, sin dejarlo conseguir alimentos para sus tropas; al final, el brutal invierno ártico ruso acabó con el 90 por ciento de las tropas francesas y sus aliados. Igual el siglo pasado contra Hitler, cuando retrasaron en 1941 todo el frente hasta que, de nuevo, el invierno ruso paralizó al ejército alemán. Y este año recién pasado, tras los descalabros, esperaron y relanzaron su ofensiva con el frío de la cruda temporada ártica.

Putin, típico autócrata obsesivo sin escrúpulos, al grado de arrasar todo un país -hasta el suyo propio, que ya convirtió en títere de China- sabe la desventaja de Ucrania y no da visos de terminar la guerra este año; ignora el consejo de hace más de dos mil año del militar chino Sun Tzu de no arrinconar al oponente… que así menos se dejará.

Mientras, acá en México a la fecha, el señor López sigue con su antojo por deformar la ley y hacer que el INE le deje manos libres para hacer elecciones a su antojo; e igualmente arrinconándonos a la ciudadanía a oponernos, saliendo a manifestar contra semejante pretensión. Es tan parecido a Putin en esa característica temperamental obsesiva.

Acá en mi Tijuana, los ciudadanos ya queremos que este cabildo de Montserrat Caballero tape tanto bache. Me recordó el último año del PRI-gobierno en el distante 1989, las calles eran un bache con trozos de pavimento de vez en cuando; antes de que los del PAN, con Carlos Montejo y Ernesto Ruffo lo sacaran en la primera alternancia del México actual. El señor Montejo sí cumplió con taparlos, recoger la basura, pagarles más decentemente a los burócratas municipales y policías, y así hacerlos más eficientes y menos mordeloncitos; pero tras ganar Fox en el 2000 y que el PAN se convirtiera (degenerara) en partido mayoritario, fue terrible y triste ver cómo se mutaron a ser igual de rateros, ambiciosos, impunes y demás marrullerías.

Hoy es igual de triste; ya se ve que los de Morena quieren batir el récord más rápido en hacerse peores desastrosos que los del PRI o PAN. ¿Han visto que fuera de zonas turísticas bachean poco y no pintan líneas separadoras de carriles ni rayas de cruces peatonales para calles?

Si los ahorros de la cacareada “austeridad republicana” son dejar destrozada a la ciudad, devuélvanos la entrada. Ya todos -Morena y PRIAN- son igual de ineptos o de plano inútiles; porque sólo piensan cuánto robar y cómo chapulinear. A ver si tras la marcha del 26 de febrero que hubo en defensa del INE los corruptos ofertan caras nuevas, limpias. Pidamos porque se dé la paz en Ucrania, el mundo y nuestro México. Ánimo.

Atentamente,

José Luis Haupt Gómez.

Tijuana, B.C.

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