Aunque los datos oficiales indican que al fin la inflación comienza a ceder, los precios de alimentos siguen presionando a las familias mexicanas.
La prueba es que, aunque de acuerdo al Inegi, el Índice Nacional de Precios al Consumidor tuvo un alza anual de 6.24 % a mediados de abril, y aunque esto marca su mejor nivel desde 2021, en el mismo período los precios de los alimentos registraron un incremento de 10.13 %, por lo que siguen teniendo un impacto negativo en los hogares, sobre todo en familias de escasos recursos en el país.
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Esto preocupa a expertos, considerando que 4 de cada 10 mexicanos sufren pobreza laboral, lo que significa que sus ingresos son insuficientes para cubrir la canasta básica alimentaria.
Además de aspectos como la guerra en Ucrania, que encareció la exportación de granos en el mundo, la especulación de los intermediarios es un factor que los economistas destacan en este tipo de inflación que golpea a los mexicanos.
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