La noche del sábado 29 de abril, Brayan Alexis Loroña Carballo, de 20 años de edad y residente de San Luis Río Colorado, Sonora, salió de su domicilio para ir a una fiesta en el Poblado Janitzio al Sur del Valle de Mexicali.
El joven salió con dos amigas en el vehículo de una de ellas y se detuvieron -según la información proporcionada por la familia ante los medios de comunicación- en una tienda de autoservicio ubicada en la mencionada comunidad, pues una de las jóvenes tenía necesidad de ir al baño. Brayan Alexis se quedó afuera mientras las chicas ingresaban. En ese momento, los tripulantes de un vehículo GMC Sierra color gris de reciente modelo, se detuvieron cerca del joven.
De la camioneta bajaron varios criminales armados y obligaron a Brayan a subir a la unidad. Fue la última vez que se vio al joven estudiante de Ingeniería en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y trabajador de la construcción.
La madre del joven, de nombre Zayra Carballo, presentó la denuncia en Mexicali y posteriormente llevó a cabo una manifestación junto con familiares y amigos a las afueras de la caseta que divide a San Luis Río Colorado de Mexicali, donde exigieron pronta respuesta de las autoridades bajacalifornianas y sonorenses ante la desaparición del estudiante.
El caso fue turnado a la Unidad Mixta de Ciudad Morelos y no a la Especializada para la Atención de Personas Desaparecidas.
Apenas dos días después, la Fiscalía General del Estado (FGE) recibió otra denuncia de desaparición en el Valle de Mexicali, pero en la Zona Norte del mismo, debido a que otro joven de 27 años, de nombre Juan Pablo Pérez Vega, había desaparecido.
Se había quedado de ver con un grupo de amigos y acudir a un bar ubicado en el mismo poblado Los Algodones, pero nunca volvió.
A este caso se suma la desaparición de José Luis Félix Solorio, de 18 años de edad; y Manuel Félix Rochín de 16, el16 de marzo en el Ejido Chiapas I, al sur del Valle de Mexicali. Ambos salieron de su casa y se dirigieron a la tienda, pero en el trayecto tuvieron algún imprevisto, pues no regresaron a su casa.
Se trata de familiares y uno de ellos menor de edad, pero autoridades investigadoras no atendieron el caso con premura. No fue hasta que consanguíneos de José Luis y Manuel se manifestaron en la Garita Zona Centro de Mexicali, que se vieron obligados a atender sus exigencias.
Luego de varios días, se llevaron a cabo búsquedas en la zona, aunque sin resultados sustanciales en el caso. Sólo con la información recabada mediante pesquisas activas por parte de la FGE, se ha detectado que al menos diez personas han desaparecido en lo que va del año en el Valle de Mexicali; la mayoría son hombres jóvenes, y prácticamente en ningún caso se ha tenido respuestas.
“CHAPOS” Y “RUSOS” PELEAN LA ZONA
En los últimos años, la limítrofe entre San Luis Río Colorado, Sonora y el Valle de Mexicali ha sido uno de los puntos más complejos para atender la situación de violencia en la región, pues sus incontables brechas interconectan las comunidades, la lejanía de los centros de operación policial y dos jurisdicciones tan cercanas una de la otra, generan un espacio libre para la operación criminal.
Jesús Alexander Sánchez Félix alias “El Ruso”, líder de la estructura criminal más grande en el municipio de Mexicali, lo sabe bien. Por ello, instaló su centro de operaciones en el triángulo de los poblados Luis B. Sánchez, Guadalupe Victoria y Oviedo Mota, las cuales se encuentran en los alrededores de la limítrofe que sólo es dividida por las vías del tren.
En esta realidad, las ejecuciones y desapariciones forzadas que se cometen en esta zona son -habitualmente- parte de la pugna entre “Los Rusos” y “Los Chapitos”; o bien, narcomenudistas que no se alinean a los primeros mencionados.
El sábado 29 de abril, el caso del joven Brayan Alexis elevó las alarmas por el descaro con el que el grupo criminal perpetró el crimen, pero la realidad es que la ley en el Valle de Mexicali la impone “El Ruso”, y “Los Chapitos” del otro lado de la limítrofe.
Hasta el momento se desconoce el motivo por el cual se suscitó la agresión en contra de Brayan Alexis, pero se explora la posibilidad de que se diera por un vínculo cercano -familiares o amigos- y no por alguna actividad ilícita que estuviera cometiendo. Sin embargo, el caso sigue sin brindar resultados en la FGE.
Las desapariciones forzadas entre particulares que se dan en esta zona no tienen otra explicación más que la pugna entre integrantes de “Los Chapitos” y “Los Rusos”, los cuales día a día tratan de mantener a raya al otro grupo delictivo que tienen su zona de operación muy cerca uno del otro.
Aunque se presume que “El Ruso” no se encuentra en Baja California, sino en Zacatecas, cuenta con gran número de operadores criminales a su mando, teniendo a un sujeto apodado “El Caimán” como encargado de las actividades ilícitas en la Zona Norte del Valle de Mexicali.
Autoridades no han logrado identificarlo con fotografía o nombre, pero sostenía una relación muy cercana con Christian Alexis Mendoza Guillén “El Plaga”, detenido en noviembre de 2022 tras enfrentarse con policías municipales y estatales, mientras conducía un vehículo tipo Jeep.
Mientras tanto, en el Golfo de Santa Clara, ubicado en San Luis Río Colorado, se tiene a Jesús Aurelio Ibarra Ramiro “Comandante Aurelio” como representante de “Los Chapitos”, quien junto con Samuel Ibarra Peralta “El Pía”, dirigían y respondían directamente a las órdenes de Ovidio Guzmán López “El Ratón” hasta su captura durante un enfrentamiento armado con marinos en Jesús María en Culiacán, Sinaloa.
Pese a su captura continúan protegiendo las embarcaciones y vehículos que pretenden cruzar a Estados Unidos para el tráfico de fentanilo, pero también de pelear y proteger el Golfo de Santa Clara, punto estratégico para sus operaciones ilícitas.
Desde 2020 comenzó el enfrentamiento armado entre ambos grupos delictivos ligados al Cártel de Sinaloa y han generado un número importante de asesinatos y desaparecidos, pues mientras “Los Rusos” pretenden mantener su plaza protegida, “Los Chapitos” pretenden hacerse de aliados e inconformes con “Los Rusos” para tratar de ingresar y apoderarse de algunos territorios y “narcotiendas” en el Valle y la ciudad.
URGE PLAN REGIONAL PARA DESAPARECIDOS
La especialista Renata de Michellis comentó que en casos como los que ocurren en la limítrofe de Mexicali y San Luis Río Colorado, urge que ambos gobiernos tracen planes regionales para el combate a la desaparición forzada.
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Los grupos delictivos ya saben que pueden asesinar a una persona y trasladar su cuerpo al otro municipio para difuminar la evidencia y complicar la investigación por parte de las autoridades.
“Los reportes se inician ahí, qué tanto van a perseguir las líneas de investigación que indiquen que puede estar en otro Estado, las colaboraciones entre una y otra, pero que tiene pocos resultados y en cierta medida es una revictimización; a las víctimas dicen ‘que ahora vete a la FGE de Sonora’, pues sí, busca en Sonora y ahora debe encargarse porque el cuerpo falleció ahí”, refiere De Michellis, a la par de indicar que tanto la Comisión Local de Búsqueda de Personas como Fiscalía General del Estado tienen la capacidad de mejorar sus planes para trabajar en conjunto.
Ese sería uno de los compromisos a asumir, para tratar de resolver esta problemática que ocurre en otras entidades:
Agregó que Baja California carece de un diagnóstico para definir los motivos de las desapariciones y las zonas específicas donde ocurren, ya sea comunidades o tramos carreteros donde existan estas coincidencias, lo cual -considera- es elemental para definir una ruta de acción para trabajar en la búsqueda de personas desaparecidas.
Por el contrario, la única respuesta que han visto de la FGE es ocultar información, tal y como ocurrió en los estudios realizados de Elementa para identificar el número de personas desaparecidas en BC, donde sus propios números arrojan 14 mil personas desaparecidas de 2007 a 2021.
La información extraída mediante solicitudes de acceso a la información de la fiscalía estatal, pero en cuanto se logró obtener esos datos, la propia FGE dejó de responder y comenzó a incumplir plazos o reservar información.
Para finalizar, Renata de Michellis aseveró que de 2009 a la fecha han podido detectar 274 fosas clandestinas donde se localizaron 274 cadáveres y mil 162 restos óseos, mediante registros oficiales.