¿Cuántos millones vivimos en México? Recientemente un académico del Colmex aseguraba que éramos 130. Digamos que tiene razón.
De todos estos pobladores, ¿cuántos son seguidores del señor López Obrador? Fije usted la cantidad, no cuesta nada. Los de aquí y los de toda la república, ¿están convencidos de que este señor respeta la investidura presidencial? Su diaria actuación desde Palacio Nacional, ante un público cautivo y mudo, ¿demuestra su grandeza de miras, respeto a sus gobernados y compromiso con la nación, para su desarrollo general?
¿Aprueba usted los insultos, amenazas, campañas descalificadoras, para todos los sectores, sin excepción, y en particular, la forma como un día sí y otro también lanza lapidarias campañas contra una mujer… una mujer que por añadidura cuenta con un historial profesional, merecedor del respeto y admiración, concretamente la Magistrada Presidenta de la SCJN? ¿Coincide con el nefasto gobernador de Veracruz y sus amenazas que profirió en días pasados contra la Dra. Norma Piña?
No se explica cómo unos cuantos desempleados desde hace un mes, están apostados frente al edificio de la SCJN, causando trastornos, profiriendo insultos, molestando el libre tránsito de las personas y demostrando que son unos agitadores profesionales ¡y nadie los molesta! La corcholata, que ya se siente Presidenta de la Nación, anda en campaña y no pone orden ni envía a la policía a esos agitadores para que por lo menos los multen. Es cómplice de ellos pues siguen instrucciones presidenciales.
Ese no es el México que deseamos la mayoría. No es la conducta deseable de nuestras autoridades. ¿Cómo exigir castigo a los delincuentes, si cada funcionario público amanece infringiendo leyes, reglamentos, convocando al desorden y anarquía? Nuestro México no merece esa destrucción. Y si los ciudadanos comunes no exigimos respeto a las personas e instituciones, ¿quién lo va a hacer?
Nota 1. Lamentable la masacre que se vivió en San Vicente (al sur de Ensenada). Y no fue cerca o en el interior de una cantidad, sino en torno a una actividad que desde hace años es tradición en Baja California: las carreras de autos adaptados o especiales. ¿Cuándo habíamos visto cosa igual? Eso sí, desde hace años se tiene identificado a los delincuentes que pululan por esa zona, pero las autoridades no los molestan.
Nota 2. Cuesta trabajo creer que a alguien le importa el perenne deterioro de la Carretera Escénica, exactamente antes de llegar a Ensenada. Desde su construcción se hizo patente que ese tramo debería haberse desviado hacia la carretera libre. Pero no lo hicieron y ahí sigue el peligro por décadas. Hasta que ocurra una desgracia mayor.
Nota 3. Ganarán elecciones, pero no el respeto ciudadano, pues no saben gobernar.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
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