Estudiantes se apoderaron de las entradas de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), paralizando servicios y actividades educativas esta semana, esto como protesta para exigir justicia en nombre de una alumna que fue obligada a disculparse públicamente con su presunto agresor.
Desde tempranas horas del miércoles 24 de mayo, los alumnos bloquearon el acceso principal de la Máxima Casa de Estudios de Baja California Sur, siendo la primera vez en casi 15 años que se registra un paro de labores por una manifestación.
La comunidad estudiantil se organizó para alzar la voz contra lo que calificaron como una humillación en contra de una víctima de supuestas agresiones por parte del estudiante consejero del Departamento de Humanidades, identificado como Alonso “N”.
De acuerdo con la narración de hechos que hicieron los manifestantes, la víctima escribió un cartel anónimo durante las protestas del Día Internacional de la Mujer.
“Nunca dijo que el alumno era un abusador. Ella solamente dijo que se sentía culpable y no sabía qué había pasado; entonces el resto del alumnado escribió lo demás y a ella la tomaron como culpable porque su letra se parecía”, recalcaron.
La colocación de estos carteles con la denuncia anónima desembocó en una queja interpuesta por el estudiante señalado ante la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGE) de la UABCS.
La resolución de esta queja obligó a que la alumna escribiera y leyera ante un grupo una disculpa pública en contra de su presunto agresor. “Ayer le preguntamos a la abogada de defensoría y dijo que sí, que efectivamente fue porque su letra se parecía. El cartel fue anónimo y en ningún momento lo denuncia como abusador; el cartel estaba dentro del baño de mujeres donde está el sanitario, no estaba pegado en el edificio”, mencionaron manifestantes.
Denunciaron que el acusado es amigo de la asistente del Departamento de Humanidades, por lo que infieren que existe tráfico de influencias en este caso.
“La asistente y el Departamento lo protegieron y armaron el caso a su favor; el discurso no lo escribió la compañera. La amenazaron, la obligaron y la manipularon para que escribiera un discurso que tenían que aprobar. A ella se le acusó como culpable, a ella se le humilló públicamente y a ella se le orilló a esta situación”, enfatizaron.
En medio de la protesta y del tráfico, el rector de la Universidad, Dante Salgado González, se presentó para intervenir ante el reclamo estudiantil.
Los protestantes exhibieron al rector que mientras en otras áreas se respeta el ejercicio de protesta, todos los carteles que se colocaron dentro del marco del 8 de marzo, fueron removidos en el Departamento de Humanidades.
Aseguraron que las manifestaciones escritas y los tendederos del acoso desaparecen y son borrados en este Departamento de la UABCS. Las voces de las alumnas se enfocaron en reclamar al rector que no son escuchadas hasta que estallan las manifestaciones.
Asimismo, exhibieron que reciben amenazas constantes por parte de docentes que buscan inhibir la protesta contra casos como éste.
En ese escenario, obligaron públicamente al rector para que firmara una carta compromiso para sancionar a cualquier docente que intimide con afectaciones y bloquee la libertad de manifestación. Un plan de acción en lo inmediato y, de no obtener una respuesta positiva, advirtieron que el bloqueo de los accesos de la UABCS continuará indefinidamente.
LA DISCULPA PÚBLICA
A través de un video publicado por estudiantes de la UABCS se dio a conocer el momento en el que la alumna presentó la disculpa a Alonso “N”, esto según expuso por una acuerdo conciliatorio que se alcanzó tras la resolución de la CIGE.
“Por actos de difamación y molestia en su contra con la mención de que es abusador, agresor y acosador, estas afirmaciones las hice a través de comentarios y carteles y no son ciertas. De igual forma me disculpo por la hostilidad que pudo causar a Alonso”, leyó la estudiante.
Prosiguió con una disculpa pública a alumnas de ese mismo grupo debido a que, según mencionó en su texto, hubo afectaciones para ellas por respaldar a Alonso “N” tras “las acusaciones falsas que hizo”.
“Me comprometo a no realizar actos de molestia verbales, psicológicos o de alguna otra especie, de manera física, digital o a través de algún otro medio”, expresó.
Como parte del acuerdo conciliatorio, la disculpa pública quedará expuesta en siete puntos del edificio de Humanidades y en el aula 111de la UABCS; también pegó carteles alusivos con la disculpa.
Las y los alumnos presentes estallaron en gritos y denunciaron que se trató de una humillación en contra de la joven universitaria, reclamando supuestos vicios en el trabajo de la unidad que se encargó de deliberar en este caso.
REVISAREMOS EL CASO: RECTOR
El rector de la UABCS, Dante Salgado González, reiteró que hubo una investigación previa a la disculpa pública, recalcando que existe una parte de la información del caso que no se ha dado a conocer por cuestiones legales y de secrecía.
Es en este escenario en el que analizan con abogados la posibilidad de exhibir las evidencias, según lo expuso Salgado González.
En un diálogo abierto en medio de la manifestación, declaró que la Universidad tiene que replantearse “muchas cosas”, prometiendo que habrá una nueva revisión de este caso.
“Se dijo ayer en la asamblea de estudiantes: no podemos nosotros por protocolos de secrecía, externar el contenido del expediente y yo ahí me quedo. No es mi competencia dar detalles de un asunto que se ventiló en una instancia universitaria”, mencionó.
Subrayó que antes de la resolución se aplicó un procedimiento de investigación establecido, con un cruce de acusaciones entre las partes. Según la relatoría del rector, las disculpas fueron mutuas.
“Sí se tienen que revisar esos protocolos; tienen que revisarse y tiene que replantearse lo que haya que replantearse. Yo nada más pedía que construyamos estos puentes con mucho respeto; la Universidad tiene que cambiar lo que tiene que cambiar y si hay que tener que volver a revisar, pues se tendrá que volver a revisar”, intervino frente al alumnado.
Reconoció que hay un malestar general en la comunidad estudiantil, sin embargo, exhibió que existen casos que rebasan la capacidad de la UABCS, por lo que se han remitido ante autoridades judiciales.
“Lo que competa a la Universidad, lo debe resolver la Universidad. Y si hay posible comisión de delitos, hay instancias fuera de la universidad a las que se tiene que acudir y tienen que accionarse, eso lamentablemente ha ocurrido en otras ocasiones”, precisó.
Recordó que en el último año recibieron 17 casos de maestros y estudiantes denunciados ante la Coordinación para la Igualdad de Género por acoso y hostigamiento.
“Si hay errores, si hay omisiones y faltas por parte de la autoridad universitaria, pues las tenemos que reconocer. Nosotros no vamos a eludir ninguna responsabilidad, pero es importante que todas las partes estemos en la misma sintonía”, finalizó.
HUBO DIFAMACIÓN: CIGE
Las protestas movilizaron a las autoridades universitarias, quienes convocaron a conferencia de prensa para explicar los motivos de la resolución que favoreció al estudiante consejero.
Según la relatoría de hechos de las autoridades, la situación proviene de un procedimiento de atención a una queja formal presentada por el alumno.
En lectura de un documento, mencionaron que el martes 23 de mayo de 2023, ante la Defensoría de los Derechos Universitarios, se llevó a cabo la firma del Acuerdo Conciliatorio entre los involucrados que cursan el programa educativo de Lengua y Literatura del Departamento de Humanidades, esto en la sala de juntas de la Oficina de la Abogacía General.
“Como parte de los compromisos convenidos voluntariamente por las partes, se ofrecieron disculpas en el mismo acto, de forma recíproca y de manera pública, por parte de la alumna; específicamente por los actos de difamación llevados a cabo en contra del alumno. Esto a partir del reconocimiento de la alumna de que fueron falsos los señalamientos públicos efectuados por ella”, expusieron las autoridades del CIGE.
Según la narrativa, el alumno se disculpó también públicamente por las opiniones y comentarios que realizó hacia alumna sobre su persona y se comprometió a no incurrir nuevamente en estos actos.
Ratificaron que en la vía de conciliación se desarrolló el procedimiento correspondiente: recepción de queja, recepción de la versión de los hechos de la presunta responsable, entrevista con los testigos de ambas partes y diálogo individual con cada parte.
“Al reconocerse por parte de la alumna los actos desplegados de manera pública en contra de su compañero alumno, atendiendo a lo dispuesto en el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en cuanto a la reparación del daño, se buscaba restablecer la situación escolar, personal y social del alumno quejoso, debido a que los actos de hostilidad originados con motivo de las acusaciones falsas en su contra habían escalado a tal punto que afectaba sus actividades académicas”, expusieron.
Las autoridades del CIGE reiteraron que su labor se guía con una perspectiva feminista y de género, que se sitúa en el marco más amplio y plural posible, “con la finalidad de no incurrir jamás en acciones excluyentes hacia ningún miembro de la comunidad estudiantil”.
