El padre de familia y sus dos hijos con autismo continúan habitando su vivienda engomada en Rojo en la privada Araucarias, pese a que el talud se ha deslizado hasta cuatro metros y ya cayó gran parte de la barda perimetral del fraccionamiento que colinda con Plaza Sendero.
“(La Secretaría del) Bienestar nos ofreció un apoyo para irnos a otra parte, pero las rentas y lo que están pidiendo de depósito está fuera del alcance de nosotros. Piden siete mil 500 u ocho mil pesos; Bienestar nada más nos ofrece cuatro mil pesos… es inalcanzable para nosotros”, afirmó.
Publicidad
El señor Aguirre relató que personal del Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda (INDIVI) les ofreció terrenos. “Dicen que se va a hacer un proceso de seis meses a un año para quien quiera un terreno. El más barato cuesta 300 mil pesos y tiene que dar uno el 10 por ciento de enganche; pero no lo tenemos, están fuera de nuestro alcance”.
Mientras que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) se acercó para preguntarles si aún debían sus viviendas, “que si las debíamos iban a cancelar los pagos”. En total, ocho familias permanecen en sus respectivas casas en la privada Araucarias.
La gente afectada “esperaba que les resolvieran el problema luego luego, no en un mes, y así es como están ahorita, que les van a resolver en un mes”, y sólo a algunos damnificados les entregaron dos despensas, denunció Angélica Ruelas, integrante del Comité Transformando Paseos del Vergel.
Publicidad
Las autoridades no dieron alternativas a las personas que rentan en la privada Araucarias, porque no son los dueños, señaló.
El lunes pasado, la brigada de la Cespt hizo verificaciones en diversas privadas para identificar el origen de escurrimientos de agua que están afectando otras áreas del fraccionamiento.
Por otra parte, residentes expresaron inquietud porque en diferentes zonas del fraccionamiento hay topógrafos y en la privada Yucas ya están vendiendo viviendas, debido a que se prevé que el Fideicomiso El Florido firme un contrato de compraventa con un nuevo desarrollador.
