“Es una gran absurdidad, es un esfuerzo tendiente a presentar como mansa a la bestia imperialista, a crear una situación eufórica y falsa, alegando que supuestamente la inversión de capitales extranjeros creara el bienestar del pueblo del país donde se realiza la inversión”.
-Enver Hoxha, El Imperialismo y la Revolución (1979. P. 143).
Todavía existen en el país insensatos que afirman que el sátrapa del partido Morena, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es un hombre patriota y que defiende a todo trance la independencia y la soberanía nacional. ¿En qué mundo vivirán estos cretinos?
Ciego aquel que no vea que nuestra patria es una colonia abierta al imperialismo. Principalmente al imperialismo norteamericano.
Tesla, el todopoderoso monopolio fabricante de automóviles hace poco anunció, sin tapujos, que construiría una gigantesca fábrica de autos en Monterrey, Nuevo León.
¿Qué opinó AMLO, sobre este anuncio? Escuchemos: “En Nuevo León no hay agua… estamos resolviendo el problema del abasto de agua de la zona metropolitana de Monterrey con un acueducto de la presa El Cuchillo… se tiene que tomar en cuenta primero la necesidad de la gente, el agua para la gente. En Nuevo León estamos resolviendo el problema del abasto de agua de la zona metropolitana de Monterrey. ¿Cuánto tiempo nos va a resolver el problema? Cinco años. Tenemos que buscar alternativas y no actuar de manera irresponsable”. (La Jornada. Periódico socialdemócrata de derecha. Portavoz de AMLO-Morena. Martes 21 de febrero de 2023, p. 7).
Ahí tenemos al “responsable”, al que se quita el pan de la boca para dárselo al pobre, al adalid del pueblo que empuñando la espada desafía al todopoderoso monopolio -Tesla- que pretende dejar sin agua a la gente de Nuevo León. Nomás le falto espetar: ¡El agua es del pueblo! Si esto no es hipocresía y demagogia pura, entonces, ¿qué demonios es?
Pero el recio guerrero, una semana después de haber desaprobado la construcción del susodicho complejo industrial, guardó su espada y de forma diligente y rastrera le abrió las puertas del estado de Nuevo León al chupasangre Tesla, para que se instale en Monterrey y dispongan, con seguridad, de toda el agua que requieran. ¡Hurra para AMLO de parte del Drácula, Elon Musk!
Un reptil le queda chiquito a AMLO
Si él asegura que, en cinco años, con las supuestas nuevas construcciones acuíferas, la población de Monterrey (más bien decir, a las medianas y pequeñas industrias de Nuevo León) tendrá solucionado el problema del agua, imaginémonos cuantos años más, con el acaparamiento que haga Tesla, durará el abasto total de agua a la metrópoli. Toda su perorata es un completo galimatías.
Decía el gran, Carlos Marx, que: “Lo que no quiere la burguesía no lo quiere tampoco su gobierno”. En este caso su títere colonial.
Los dictados de Elon Musk, fueron cumplidos. Al pie de la letra. ¿Dónde quedo la independencia y la soberanía de la que tanto alardea, diariamente, el sátrapa del Partido Morena?
Palabrería huera para cautivar incautos
En nuestro país, como en toda colonia, las pretensiones de los inversionistas-imperialistas son órdenes a acatar. Y no hay lacayo que se oponga.
Preciso y claro, el gran stalinista Enver Hoxha sentenció: “Las sociedades de inversionistas multinacionales, estos trusts colosales, son los que dictan la política a los gobiernos”. (Enver Hoxha. Reflexiones Sobre China. Tomo 2. P. 699).
Tesla ha venido a reafirmar esta tesis. Una cosa es la palabrería de la dictadura morenista y otra son los hechos tangibles.
Surge la pregunta: ¿Será que los omnipotentes inversionistas extranjeros no son “conservadores”, ni “corruptos”, ni “neoliberales”, y que por esa razón AMLO y cofrades los ha acogido en su seno?
Sin embargo, todavía existen especímenes raros de “comunistas” (es decir, revisionistas) que consideran a López Obrador todo un patriota. Un socialista.
¿Acaso no han escuchado los reproches, que AMLO le ha hecho al gobierno de Estados Unidos? Arguyen los susodichos “comunistas”. Charlatanes que denigran el marxismo-leninismo. Despreciables alabarderos.
Tales “críticas” a los asesinos de la Casa Blanca, no son más que verbo entendido entre el lacayo y el amo. Taparrabo que intenta cubrir el servilismo de AMLO. Política carrancista de “Señores norteamericanos, no se fijen en lo que les digo; fíjense en lo que hago”.
Malditos aquellos que callan y no denuncian amplia y resonantemente a los omnipotentes inversionistas-imperialistas, que cada día clavan más y más sus afiladas garras en nuestro país. Malditos también sean sus lacayos, verdaderos capataces que con un sanguinario ejército pretoriano y una policía feroz mantienen al pueblo dominado. Esclavizado.
Las votaciones no son más que un circo bufo a través de las cuales la burguesía cambia a los viejos y odiados capataces por otros nuevos y menos aborrecidos. Pero que, tanto unos como los otros son iguales de arrastrados y sumisos ante los dictados de los extranjeros. Verbigracia el estrafalario y ultra reaccionario gobernador de Nuevo León, Samuel García, del partido Movimiento Ciudadano (MC), tan alabado por AMLO, que elevó hasta las nubes a Elon Musk por haber escogido a Monterrey para instalar su gigantesca maquiladora.
Tesla viene a sumarse a la galería de vampiros extranjeros (GM, Toyota, Samsung, etc., etc.) que han establecido sus ergástulas de explotación y de saqueo en nuestro país para esquilmar a la clase obrera. Para chuparle la sangre al proletariado.
Uno se pregunta: ¿se alzarán los mediano y pequeñoburgueses ante la instalación de Tesla en su feudo, Nuevo León? ¿Protestaran como, medianamente, lo hicieron hace alrededor de un año, cuando la dictadura AMLO-morenista les redujo la cantidad de agua que de ordinario utilizaban en sus empresas? ¿Se sublevarán por la recrudecida merma?
¿Qué harán ante el voraz acaparamiento del agua que llevara a cabo el consorcio del burguesote Elon Musk?
Estamos seguros de que los empresarios pequeñoburgueses (pigmeos frente al gorila Tesla) de Nuevo León no protestaran. Refunfuñarán tal vez, pero hasta ahí llegara su “protesta”. ¿Miedo? Pavor le tienen al todopoderoso monopolio de Musk.
De una cosa sí estamos seguros: el complejo industrial se instalará en Monterrey y contará con abundante agua, Y no habrá fuerza que lo evite.
Para oponerse a un gigantesco monopolio o a varios de ellos se necesita fuerza; y esta fuerza solamente la tienen los 136 millones de proletarios que hay en México, no la clase media pequeñoburguesa, plañidera y cobarde que será la más afectada por el monopolio de Musk. Agua, minas, campos agrícolas, mares, etc., son propiedad de uno o de otro poderoso monopolio extranjero.
¿Qué poseen los esclavos proletarios en su terruño? Nada. Sólo su fuerza de trabajo, que tienen que salir a venderla diariamente al explotador capitalista para no morirse de hambre.
Las industrias estatizadas (“socializadas” dicen algunos insensatos) como Conagua, Pemex, CFE, etc., no son empresas creadas para provecho del pueblo, sino para provecho del capital privado imperialista. Principalmente. Tesla es una prueba fehaciente.
Atentamente,
Javier Antuna. Correo: triunfocomunista@gmail.com