Entró en operaciones el llamado C2, Centro de Control y Comando, que administra el gobierno municipal de Tecate a través de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Con el objetivo de aumentar el control de la seguridad en el pueblo mágico, fueron instaladas 73 cámaras de seguridad en los accesos principales al municipio, así como en los puntos de mayor flujo vehicular. De las 73, 64 son cámaras son tipo 1; ocho, tipo 2; y una panorámica; además cuentan con lectores de placas y con audio ambiental.
Para una segunda etapa del C2, en el ayuntamiento pretenden que la instalación de cámaras de vigilancia se extienda a la zona rural.
En la instalación de la primera fase, se invirtieron 13 millones 249 mil 723 pesos con 69 centavos; el C2 opera desde las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública de Tecate, monitoreando las cámaras en sus distintos puntos.
Sin embargo, a los integrantes de la mesa de seguridad les preocupa que el sistema de vigilancia sea utilizado por elementos deshonestos, para otros fines; sostienen que al menos 40 elementos que laboran en la policía municipal están relacionados con el crimen organizado, “y luego de la reestructuración de los cárteles en el municipio no se conoce con certeza para cuál de estos operan”, abundó un contacto a ZETA.
El clima irregular entre elementos policíacos de Tecate, fue confirmado por el alcalde Darío Benítez el miércoles 15 de marzo, cuando se refirió públicamente sobre la corrupción y la desconfianza al interior de la policía municipal:
“Hay un problema bien ‘cañón’ de corrupción en la policía. No reconocer que tenemos un problema de corrupción al interior sería querer tapar el sol con un dedo; sería engañarnos y hacernos bueyes (de animal) a nosotros mismos. El problema es que desde el 2007 que inicia la famosa ‘Guerra contra el narco’, se reforman diversas leyes de seguridad que le dan un marco de protección a la figura del policía; y yo no estoy facultado como presidente para correrlos. Hay una comisión disciplinaria que lleva todo un proceso, una investigación, que tiene que probar una serie de cosas para suspenderlos, para correrlos, para mandarlos a chihuahua a un baile, aunque tengamos videos que son unos buenos para nada”.
“Por eso estamos reformando la policía municipal creando la Comisaría de Seguridad Pública; tenemos tres meses para consolidar la reforma. Esa estructura viene a crear una serie de candados y diques de contención para evitar que la policía siga siendo más corrupta y para rediseñar el modelo de la comisión disciplinaria y poder ajustarle más las cuerdas a todos esos briboncitos que nomás andan viendo a quién extorsionan; porque esa es la neta y las cosas como son”.
“Ahora, hay una realidad: tenemos muchos policías buenos, pero lamentablemente en esto pagan justos por pecadores. Y hay una neta que me molesta, me encabrita: que muchos de esos policías corruptos nomás andan esperando a pepenar una unidad vehicular para salir a morder; y todavía dijeras ‘uta… es un tema de corrupción de miles de pesos”, pero no. Caray es una corrupción miserable, que da pena; una corrupción de $300 pesos por lo que se andan exponiendo”.
“Lo que ya estamos empezando a hacer es darle órdenes al departamento de informática de meterle cámaras a las patrullas; a ellos (los elementos) no, porque tengo que tener una anuencia de ellos por el tema de los derechos humanos, porque la Suprema Corte dice que es anti derechos humanos. Una corte que, por cierto, también tiene sus temas de corrupción; pero mientras son peras o manzanas, las patrullas tendrán cámaras, sistema GPS y micrófonos al interior para ver qué están hablando los policías en las unidades”.
“La implementación del C2 en Tecate es un arma de doble filo: puede que sea una rápida respuesta para ver los movimientos de alguien que está quebrantando la ley, pero también se pone toda esta tecnología en manos de una corporación con elementos de dudosa reputación; que si mal no recuerdo, desde administraciones pasadas han sido partícipes de entregar a personas al crimen organizado, personas que ellos mismo detuvieron y que además son señalados de participar en la desaparición y ejecución de varios que hasta hoy siguen en las listas de los colectivos de búsqueda como no localizados, o que en su caso, fueron localizados maniatados, torturados y con firmes sospechas de que previo a su muerte, estuvieron en las instalaciones de la comandancia municipal. Imagínate lo delicado del asunto”, dijeron a ZETA expertos en seguridad en el estado, tanto de las dependencias estatales y federales como de la sociedad.
Hasta octubre del 2022, ZETA contaba con registros de declaraciones, testigos y archivos de los tres órdenes de gobierno, que señalaban a más de 40 elementos de la corporación municipal de tener nexos con el crimen organizado, de los pocos más de 200 elementos que integran la corporación; 22 fueron identificados como presuntos operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y 18 elementos más al servicio del Cártel de Sinaloa (CDS).
Durante la inauguración del C2, Darío Benítez entregó además tres patrullas: dos vehículos tipo pickup marca Ford 2014, un vehículo marca Jeep, adquiridos con recursos propios con una inversión de un millón 544 mil 532 pesos, así como cuatro unidades patrullas en contrato de arrendamiento por ocho millones 956 mil 629 pesos.
