La letra y música de la canción “Alzo mi Voz”, de Tito El Bambino resonó en el amplio salón “Dorado y Blanco”, de la tradicional colonia tijuanense Ruiz Cortines, echando abajo como las cortinas de una presa el dique que detenía el llanto de la gran familia transportista de la región, que acudió unánime a entonar la estrofa más célebre de esa pieza musical cristiana, haciendo vibrar el concreto de las paredes y el alma de los dolientes. Coreando todos, en honor del caído “Ganador de mil batallas”, el que será siempre recordado, como un gran líder, como el querido diputado, como el gestor de soluciones para la comunidad; especialmente del sector transportista, aunque no se limitó solo a apoyar a su correligionarios, por lo que sobre todo se le tendrá presente como el gran amigo, Germán Martínez Cochran.
Sin duda, el más emotivo de los mensajes, fue el expresado por José Guadalupe Martínez Rivera, hijo del homenajeado, quien incluso no pudo concluir fácilmente su participación, porque el dolor lo abrumó.
Para hacer más emotivo el momento, el conductor, también conocido afectuosamente como Pedro Solís, lució sus dotes de declamador, invocando al afamado poeta Amado Nervo:
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan solo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Cuando los asistentes al homenaje estábamos esperando el inicio, el maestro de ceremonias anunció: “Aquí va llegando Germán Martínez Cochran”, refiriéndose al arribo de las cenizas de quien fuera considerado un héroe entre los transportistas, por lo que -como comenté durante mi intervención- no pude evitar pensar en qué hubiera pasado si en vida, Germán hubiera llegado a un evento de esa magnitud, el que en cuestión de minutos hubiera transformado en una celebración, con su eterna y franca sonrisa, con su inseparable tejana,; con su comentario siempre alegre y sobretodo, profesando su apreciada amistad. Sin duda, su gran legado.
Todo es cuestión de ser Ganador de mil batallas.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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