La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo como el Día para la Cero Discriminación, para promover y celebrar el derecho de cada persona a vivir una vida plena con dignidad. Es importante precisar que la igualdad y no discriminación es uno de los pilares del sistema democrático y una de las bases del sistema de protección de derechos; además, se desprende directamente de la naturaleza humana y es inseparable de la dignidad esencial de la persona, por lo tanto, contiene bases del concepto mismo de los derechos humanos.
Al ser tan importante la igualdad y no discriminación, a través del derecho internacional se concibió en el dominio del ius cogens, esto la convierte en una norma inderogable e imperativa que no admiten acuerdo en contrario. Igualmente, vincula a todos los gobiernos, constituye el límite absoluto a la voluntad de los Estados y genera efectos inclusive entre particulares.
Lo anterior encuentra su valor al revisar que, los primeros y principales instrumentos en materia de derechos humanos se establecieron bajo la premisa de que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Por ello, en la aplicación de las normas, la igualdad será un derecho y un principio, con lo cual impacta en todos los demás derechos para ser una guía interpretativa y para dirimir los conflictos que se den entre normas (antinomias).
Así, de conformidad con la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, se entiende por discriminación: “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión […], tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en uno o más de los siguientes motivos: el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud física o mental, jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las [orientaciones] sexuales, la identidad o filiación política, el estado civil, la situación familiar, las responsabilidades familiares, el idioma, los antecedentes penales o cualquier otro motivo”.
En conclusión, la igualdad y la no discriminación resulta indispensable para la vida de todas las personas; por ello, este 2023 se conmemora el día bajo el lema “Despenalizar salva vidas”, referido a las leyes penales que tienen como destinatarios a los grupos de población clave y a las personas que viven con el VIH, que violan sus derechos humanos, acentúan el estigma al que se enfrentan y les ponen en peligro al crear obstáculos al apoyo y a los servicios que necesitan para proteger su salud.
Al respecto, ONUSIDA señala que existen 134 países que penalizan explícitamente o persiguen de algún otro modo la exposición, ocultación o transmisión del VIH; 20 que penalizan o persiguen a las personas transgénero; 153 que penalizan al menos un aspecto del trabajo sexual; y 67 que actualmente penalizan relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Además, 48 países siguen imponiendo restricciones de entrada en su territorio a las personas que viven con el VIH y 53 informan de que exigen la realización de pruebas del VIH para, por ejemplo, obtener certificados de matrimonio o para ejercer determinadas profesiones. Por su parte, 106 países declaran que para que los adolescentes puedan acceder a las pruebas del VIH se requiere el consentimiento paterno.
Melba Adriana Olvera Rodríguez fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com