El recién electo secretario general del Sindicato de Burócratas en Tijuana, Guillermo Aldrete Casarín, dio a conocer que va por la dirigencia estatal del gremio, misma razón por la que se le han puesto obstáculos, para impedir que compita.
En entrevista con ZETA, el líder sindical local señaló que Manuel Guerrero, actual secretario en el Estado, quiere reelegirse por otros tres años, sin tomar en cuenta que los agremiados ya no lo quieren al frente, pues consideran que no han tenido una sincera representación.
El 2 de febrero se llevaron a cabo las elecciones locales en Tijuana, en donde resultó ganador Aldrete Casarín, y el 15 del mismo mes tomó protesta como tal; sin embargo, a un mes de su elección, ya hizo pública su intención de ir por la dirigencia estatal.
Al respecto, algunos sindicalizados comentaron a este Semanario, que no consideraban ético que quisiera “brincar” a dirigir el Estado, sin haber hecho nada en Tijuana, que es donde se eligió y esperaban mejoras.
Por su parte, el actual líder local respondió que tenía ese derecho, y no era la primera vez que sucedía, pues ya han habido presidentes anteriores que se lanzan por la secretaría general del Estado, meses después de haber sido elegidos de manera local.
Sin embargo, acusó a Manuel Guerrero de hacer uso de su poder e influencia como diputado, para obstaculizar que contienda; como prueba de ello, es la retención de la “toma de nota”, documento que generalmente se entrega meses después, y ahora se lo piden para realizar trámites como secretario local, pues el Estado y el Tribunal de Arbitraje no lo reconocen.
“Como llegó a oídos del diputado, que su servidor pretende buscar la secretaría estatal, el señor está buscando cómo bloquearme, para que no lleguemos a la misma”, dijo.
Aldrete agregó que sus intenciones por la dirigencia estatal obedecen a lo solicitado por las otras secciones sindicales, ya que es normal que “en la vida sindical” se haga este tipo de actividad.
Durante el paro que se hizo en la Comisión Estatal de Servicios Públicos el 28 de febrero, para exigir que se le reconozca como secretario general en Tijuana, Aldrete Casarín señaló que siempre se actuará por la vía del diálogo, pero de no lograr los objetivos, se irán a paro; mientras tanto, de los que acudieron, en esta ocasión no se les iba a descontar de su salario a quienes trabajaban en Cespt y Ayuntamiento, ya que el resto de los patrones, estaba en negociación.