El joven Iancarlo Silva Ortiz, de 20 años de edad, quien viajó desde Empalme, un pequeño pueblo de Sonora a Ensenada para trabajar en un taller mecánico, desapareció y, luego de tres meses, fue localizado sin vida.
De acuerdo con la necropsia efectuada por el Servicio Médico Forense (Semefo), falleció por asfixia por estrangulamiento.
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A nivel nacional, Baja California figura entre los estados con mayor número de personas desaparecidas, con al menos 14 mil, de las cuales 11 mil localizados sin vida están en calidad de no identificados.
Iancarlo fue visto por última ocasión el 30 de octubre de 2022 en el bar Cervecería 22, en la conocida zona de antros R-1 del centro de Ensenada, junto con tres amigos que lo abandonaron en el lugar pese a su estado de ebriedad.
Dos días después, la Fiscalía General del Estado emitió una pesquisa e inició la búsqueda del sonorense.
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El reporte señala que el Colectivo de Búsqueda Armadillos -con siete civiles- y Colectivo Buscando a José Alfredo -con 14 personas-, así como la Dirección de Unidades Especializadas para la Investigación y Persecución de Delitos de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares, tenían meses realizando una búsqueda individualizada cuando dieron con los restos de Iancarlo.
El hallazgo se registró a las 13:30 horas del miércoles 25 de enero de 2023, cuando el grupo realizaba un recorrido sobre el cañón que colinda al camino vecinal al fraccionamiento Miramar, en la zona de Villa Colonial.
Allí localizaron el cadáver del joven envuelto en plástico color negro y sujeto de pies y brazos, a la altura de las muñecas, con cinta adhesiva color gris.
Al realizar la apertura de la bolsa para verificar lo encontrado, agentes de Servicios Periciales descubrieron los restos humanos con vestimenta de pantalón de mezclilla y sudadera café con letras verdes, y en los pies, tenis negros con suela blanca, marca Nike.
“Vuela alto mi guapo, tan alto como me hubiera encantado verte en mi vida. Te llevas parte de mi corazón contigo, Iancarlo Silva, mi niño hermoso te amaré toda mi vida hasta mi último suspiro. Mi (corazón) no te diré adiós sino hasta pronto”, así lo despidió Judith de Silva, quien se mudó al puerto de Ensenada para buscar a su hijo.
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Judith comentó a ZETA que tanto ella como su familia se encuentran muy afectados “emocional y moralmente”, pero advirtió, buscará justicia para su hijo ante las autoridades competentes de Baja California.
Por el momento los restos de Iancarlo siguen en las instalaciones del Semefo, y pese a que la familia lo identificó por los rasgos físicos, es necesario esperar los resultados de los exámenes de ADN.
De acuerdo con la señora Judith, hasta el miércoles 1 de febrero la fiscalía estatal no le había dado una fecha exacta para liberar el cuerpo de Iancarlo e iniciar con el proceso fúnebre.
PERSONAS EN EDAD REPRODUCTIVA, LOS MÁS VULNERABLES: COLECTIVO SIGUIENDO TUS PASOS
Una de las características del fenómeno de personas desaparecidas en Baja California es el perfil de cada uno de ellos, pues la mayor parte son hombres en edad productiva, informó Adriana Jaén Manuel, defensora de Derechos Humanos y acompañante de Colectivo Siguiendo tus Pasos en Ensenada.
La investigadora del área de Ciencias Sociales añadió que en el caso de las mujeres, la edad más común de desaparición oscila entre los 12 y 17 años, y en los hombres el rango se amplía entre los 30 y 44 años.
Con relación a este problema, Jaén consideró necesario implementar protocolos de prevención con los elementos de la fiscalía para realizar búsquedas en vida y sólo salir a campo para encontrar casos positivos.
“La autoridad debe reconocer la dimensión de la tragedia, donde hay más de 14 mil personas desaparecidas”, estimó.
“Los colectivos creemos en el fortalecimiento de la Comisión de Búsqueda, y a través de la data, detonar la búsqueda inmediata a fin de localizar más personas vivas. Lo que vemos en los colectivos y las familias es que no hay estrategias para la prevención, frente a una desaparición”, expuso la entrevistada.
Respecto a cómo prevenir este delito, la defensora de Derechos Humanos urgió a disminuir los niveles de violencia y desarrollar una política pública acorde a la situación.
Otra causal de este fenómeno podría ser el alto nivel de pobreza.
“No hay receta, pero tienen que ver estos focos rojos, atender, considerar y tomar en cuenta la información sobre la materia para hacer un diagnóstico de la entidad, con un plan de búsqueda”, aportó.
Para solucionar, es necesario conocer el contexto de la zona fronteriza, los niveles de violencia y el tipo de organizaciones.
“Otro punto es que escuchen y dialoguen con los buscadores conforme a derecho, porque si alguien sabe cuáles son las áreas de oportunidad, son los colectivos y las familias”, reiteró.
De igual forma, se refirió a la Ley General de Desaparición, que pese a no estar homologada con la del resto del país, obliga a los estados a crear un Consejo Ciudadano como órgano de consulta para velar y vigilar el ejercicio presupuestal y emitir información técnica.
Cuando se creó la Comisión, con Juan León Martínez como titular, eran forenses en campo y en condiciones poco planeadas.
Con la nueva Comisión Estatal de Búsqueda se pretende implementar una diversificación para buscar a las personas en vida, es decir, localizarlos por patrones, perfiles o de manera individualizada.
