Cambios que cuestan dinero. ¿Cómo puede ser exitoso un ayuntamiento o gobierno estatal, cuando hay un constante movimiento de funcionarios públicos? No resulta fácil que una persona sin experiencia mínima en la administración pública, de pronto, gracias a sus influencias, llegue directamente a la responsabilidad máxima de ser titular del Ejecutivo municipal o estatal. Y en especial cuando sus antecedentes no se relacionan con experiencias exitosas en el mundo oficial o privado.
Y luego, una vez que “el voto popular” le deposita esa responsabilidad, tiene varios meses para conformar su equipo de trabajo. A partir del 2018 se ha visto, por lo menos en Tijuana, el desfile de hombres y mujeres que, sin experiencia importante, llegan a Palacio Municipal e intentan -suponiendo de muy buena voluntad- realizar con eficiencia su trabajo. En este Ayuntamiento se ha visto los tropezones con el interminable desfile de funcionarios que no calientan por mucho tiempo la silla.
Y no es culpa de ellos, sino de quien los nombró. Quienes han seguido de cerca el trabajo de varios ayuntamientos, por lo menos de tres partidos diferentes, aunque en este último están fusionados por lo menos ex priistas y ex panistas, tienen muy claro el grave error que les precede. Y de eso se han dado cuenta hasta los chicos preparatorianos: la administración pública es muy complicada, acuciosa y reiterativa en los movimientos contables, especialmente. Y tiene muchos “jefes”; debe rendir cuentas claras a todos.
Pero “el jefe” más exigente es el conglomerado que integra la ciudadanía, está pendiente de los rápidos y buenos resultados. Hay un ejemplo que resulta indubitable muestra: en la Secretaría General de Gobierno (se diría que en la práctica tiene mayores exigencias que la propia alcaldía) en poco más de un año, han desfilado tres personas diferentes. Y quizá el más alejado del perfil para esa responsabilidad es el ex panista Miguel Bujanda, quien fue secretario de Francisco Vega. La alcaldesa confía tanto en él (lo considera un “todólogo”) que no le encuentra un digno lugar.
Nota 1. Tarde o temprano, en la carretera que va a Ensenada y a Playas de Tijuana, sucederá una tragedia. El movimiento de tierra que están realizando para quitar un altísimo cerro y emparejar para ahí construir, se va a desbordar, habrá muertos.
Nota 2. La autoridad debería suspender definitivamente esa obra. Saturar de construcciones esa pequeña zona aumentará el caos en la circulación y en emergencia; expondrá al peligro a miles de automovilistas.
Nota 3. Hagamos oír nuestra protesta contra los enemigos del INE y la democracia. La cita el domingo 26 a las 11 horas en distintos lugares de nuestro estado. En Tijuana, la Glorieta de Cuauhtémoc.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
