Jonathan Jakubowicz, director judío nacido en Venezuela, ha contado una gran historia: la de un joven llamado Marcel Mangel que salvó a miles de niños judíos, logrando cruzar hacia los Alpes suizos durante la ocupación nazi en Francia.
Mangel era un actor y usó su arte para lograr un cometido enorme teniendo de frente al sádico Klaus Barbie, a quien burló en más de una ocasión.
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Jesse Eisenberg encarna a este astuto artista y ese es el único y verdadero problema del filme. Lástima que Mangel es el centro de esta cinta, entonces podríamos decir que aquí hay una falla notable.
Eisenberg logró interpretar magistralmente a Mark Zuckerberg en “La red social”, pero no parece tener más que aportar. Su dicción es pésima, su actuación carece de verosimilitud, y eso debió notarlo un director que le apostó a conmover una y otra vez. Lo logra, sí, pero eso es a pesar del protagonista.
El resto del elenco es lo opuesto. Matthias Schweighöfer como el psicópata que fue Barbie, y Clémence Poésy en el rol de Emma, la militante victimizada por la avasalladora crueldad nazi, son de lo mejor aquí, además de Edgar Ramírez y Ed Harris, este último interpretando al General Patton. Sin embargo, es incomprensible cómo teniendo a Géza Röhrig en el reparto -interpretando al legendario miembro de la Resistencia, Georges Loinger- no haya sido él quien asumiera el rol protagónico. Ahí sí que este filme sería otra cosa.
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De cualquier manera, vale mucho la pena ver esta apuesta que cuenta lo que poco se ha reconocido: el tremendo héroe que salvó a niños judíos de un destino fatal durante el holocausto y que después de la guerra se convertiría en el mejor mimo de la historia, el genial Marcel Marceau. Vaya anécdota la que aquí se cuenta. Disponible en Netflix. ***
Punto final. – Las nominaciones al Oscar 2023 se darán a conocer a primera hora del 24 de enero. Empiezan las predicciones…
