La activista de la salud pública Elizabeth Edwards (Julio 3, 1949 – diciembre 7, 2010) autora del libro Resiliencia, quien lamentablemente murió de un cáncer devastador que no le dio tregua ni cuartel, hizo famosa la frase “Parte de la resiliencia es decidir si vas a sentirte miserable por algo que importe, o si decides sentirte miserable por algo que no importe”.
Mientras que miles de personas y autoridades gubernamentales dan importancia a temas en realidad intrascendentes, millones sufren por la desatención de la sociedad y del gobierno, desaprovechando incluso la oportunidad para desarrollar y fortalecer la resiliencia individual y social.
En paralelo a la adaptación que cada persona debe realizar ante los retos que la vida le presenta, es imprescindible que los integrantes de una población construyan en forma comunitaria la estructura que les permita prever y superar las vicisitudes que eventualmente se le puedan presentar al conglomerado.
Según se trate de las llamadas naciones desarrolladas o bien de las emergentes, no hay sociedad que esté blindada contra cualquier tipo de problemas, especialmente los derivados de desastres naturales.
Asimismo, existen situaciones que les son comunes a unos y a otros, ya sea al interior de los países o bien en la realidad global, como las de los grupos vulnerables por su condición, por ejemplo, migratoria o económica.
A través de la fuente (https://blogs.worldbank.org/es/voices/resiliencia-para-los-mas-vulnerables-gestionar-los-desastres-para-proteger-mejor-los-mas-pobres-del-mundo), se encuentra la aportación de Stéphane Hallegatte, originada el 19 de julio de 2017, en donde se asienta que “los desastres naturales son catastróficos para todos los afectados. Sin embargo, no todo el mundo los experimenta de la misma manera. Un dólar en pérdidas no significa para una persona rica lo mismo que para una persona pobre, que tal vez vive a un nivel de subsistencia o carece de los medios para reconstruir y recuperarse después de un desastre. Ya sea por una sequía o una inundación, los pobres siempre sufren más que los habitantes más ricos”.
“Esta desigualdad se examinó detenidamente en el informe ‘Unbreakable: Building the Resilience of the Poor in the Face of Natural Disasters’ (Irrompible: Generar resiliencia en los pobres frente a los desastres naturales), del Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR). En la publicación ‘Unbreakable’ se recomendaron diversas políticas para ayudar a los países a reducir la pobreza y crear resiliencia, proporcionándose un análisis de vanguardia sobre cómo la gestión de riesgos de desastres y un desarrollo bien diseñado pueden aliviar la pobreza y los riesgos en 117 países”.
La indiferencia individual y colectiva ante los problemas aparentemente ajenos, tarde o temprano nos trae consecuencias a todos, por lo que debemos dejar de lado la apatía y aprender de las experiencias, para que no desaprovechemos la lección y elijamos las causas que verdaderamente deben importarnos.
Todo es cuestión de Resiliencia Social.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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