El abatimiento del presunto líder de la pandilla “Los Mexicles”, Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz “El Neto”, evadido de prisión; y el traslado de 191 personas privadas de libertad, fueron las primeras reacciones de autoridades de Chihuahua tras la masacre, motín y fuga ocurrida en el Centro de Reinserción Social (Cereso) Número 3 en Ciudad Juárez durante el primer día del año, que puso al desnudo las graves irregularidades en que operan las cárceles en México.
La fuerza de la delincuencia organizada y la infame corrupción de funcionarios dejaron un saldo de 17 personas muertas, doce de ellas elementos de custodia y policías, así como la evasión de 30 internos vinculados con el grupo delictivo que gobernaba el centro carcelario, donde fueron desmanteladas por las Fuerzas Armadas diez celdas de las llamadas “VIP” que contaban con televisión, internet, bebidas alcohólicas; en una de ellas se localizaron casi 2 millones de pesos en efectivo y un jacuzzi.
La operación de rescate de los pandilleros se registró la mañana del domingo 1 de enero del naciente 2023, cuando un comando armado a bordo de vehículos blindados tomó por asalto el penal y, frente a la visita familiar, abrió fuego en contra de los custodios que en su mayoría se encontraban desarmados, facilitando la fuga de “El Neto” y sus allegados. Además de los doce policías penitenciarios, fallecieron siete reclusos y resultaron lesionadas otras 15 personas, según las actualizaciones que se fueron dando del caso.
“Los Mexicles” es una de las organizaciones criminales armadas que tiene bajo amenaza constante a la sociedad juarense y sometidas a las autoridades, pues no es un secreto que desde hace por lo menos una década opera desde el interior y al exterior del presidio, como lo revelan los documentos que expidieron funcionarios penitenciarios presentes y pasados cada vez que solicitaban anuencia para traslados de reos peligrosos al Gobierno Federal en busca de espacios en reclusorios federales.
También les conocen como “Los Cachuqueados” por su conveniencia de ponerse a las órdenes de cárteles del narcotráfico que mejores dividendos les dejen. Así se les ha conocido como brazo armado de La Línea, Cártel de Sinaloa y ahora del Cártel de Caborca, de acuerdo con información que la Fiscalía General del Estado de Chihuahua proporcionó a la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana Federal, Rosa Icela Rodríguez.
El ataque al Cereso Número 3, que también generó violencia en las calles de Ciudad Juárez al registrarse enfrentamientos a balazos con miembros de corporaciones policiales, fue aprovechado por el grupo delictivo para ajustar cuentas en el penal con grupos antagónicos como Los Aztecas y Artistas Asesinos, como ocurrió la tarde del 11 de agosto de 2022, cuando una riña al interior tuvo como resultado la muerte de dos internos y agresiones a la población civil en el exterior, donde murieron otras nueve personas, entre ellas cuatro trabajadores de una radiodifusora local que realizaba un control remoto desde una pizzería.
Tras la incertidumbre de lo que estaba ocurriendo en el penal y las venganzas perpetradas contra pandilleros rivales, los reclusos iniciaron un motín que fue controlado por elementos del Ejército Mexicano y Guardia Nacional, mientras que en la calle los familiares de los privados de libertad estallaban en histeria por la brutalidad con la que iniciaron su mañana. El director del reclusorio, Alejandro Alvarado Téllez, fue separado del cargo dos días después y se encuentra bajo investigación por lo acontecido.
TRASLADO Y RECOMPENSA
Luego de los trágicos hechos, las autoridades locales se curaron en salud al referir que desde el 11 de agosto de 2022 habían solicitado el traslado de 180 reos a penales federales, entre ellos Ernesto Piñón, sin recibir respuesta de la Federación; sin embargo, el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS) aseguró que en todos los casos se apoya a los gobiernos de los estados con espacios en los Centros Federales de Reinserción Social (Cefereso) y que Chihuahua no es la excepción.
El 4 de enero, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General del Estado informaron del traslado de 191 internos del Cereso Número 3, a cinco Cefereso distribuidos a lo largo del país.
El operativo se realizó a bordo de dos aeronaves Boeing 727 de la Guardia Nacional. En el primer avión se llevaron a 114 personas privadas de la libertad y en el segundo a 77, en su mayoría relacionados con delincuencia organizada o por delitos como secuestro y homicidio, quienes ameritaban medidas especiales de seguridad.
La distribución de reclusos trasladados a prisiones federales se dio de la siguiente forma:
* 41 al Cefereso 1, Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México
* 35 al Cefereso 4 Noroeste en El Rincón, municipio de Tepic, Nayarit
* 38 al Cefereso 5 Oriente en Villa Aldama, Veracruz
* 41 al Cefereso 13 CPS Oaxaca en Miahuatlán de Porfirio Díaz
* 36 internos al Cefereso 15 CPS Chiapas, en Villa Comatitlán.
Es precisamente a través de las solicitudes de traslado de internos peligrosos que desde hace tiempo se conocía la situación que se vivía en el Cereso Número 3 de Ciudad Juárez. Durante la administración del ex gobernador Javier Corral Jurado, los oficios describían el siguiente panorama: “Se pretende contrarrestar la violencia que se ha generado en las calles de dicha Ciudad, ya que como se mencionó anteriormente, de acuerdo a las áreas de inteligencia de diversas corporaciones algunos privados de la libertad han logrado planear y ordenar la comisión de delitos al exterior; y debido a que en respuesta a dichas acciones estos grupos han orquestado reacciones que se han traducido en generar violencia en las calles y actos vandálicos, así como la quema de camiones de transporte público”.
Desde entonces se conocía que “personas privadas de su libertad pertenecen a diferentes pandillas antagónicas, mismas que se encuentran dentro de este centro penitenciario y representan un riesgo para preservar el orden, tranquilidad, seguridad y estabilidad para la institución carcelaria”, reconociendo la autoridad que había un problema grave de hacinamiento, aunado a la falta de infraestructura, tecnología y capacidad humana para dar la atención adecuada y oportuna en caso presentarse un problema al interior del penal. Actualmente esa cárcel tiene casi 4 mil presos, cuando la capacidad es para 2 mil 852, lo que representa un 39% de sobrepoblación.
A través de un póster, el jueves 5 de enero de 2023, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua dio a conocer fotografías y nombres de los reclusos evadidos, al tiempo que anunció una recompensa de 300 mil a 5 millones de pesos a quien o quienes proporcionen información que conduzca a la localización y captura de los criminales.
RENCOR DE “EL NETO”
En la misma fecha, la fiscalía chihuahuense informó que Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz “El Neto”, de 32 años, líder del grupo criminal “Los Mexicles” en prisión, fue abatido durante un enfrentamiento con autoridades federales y estatales, luego de localizarle en un domicilio. El señalado delincuente escapó y, tras una persecución, fue herido de bala en una gasolinera ubicada en las inmediaciones de las calles Toltecas y Tzetzales de la colonia Aztecas. Su muerte ocurrió cuando era trasladado a recibir atención médica.
“El Neto” enfrentaba diversas sentencias que sumaban más de 200 años de cárcel por su participación en secuestros y homicidios ocurridos en la ciudad fronteriza durante la primera década del nuevo milenio. Incluso en la balacera que sostuvo antes de su captura en 2009, sufrió la pérdida del ojo derecho, lo que le llevó a utilizar un parche negro y requerir frecuente atención del área médica.
Debido a su peligrosidad y su mala conducta carcelaria, Piñón de la Cruz fue trasladado en 2011 al Cefereso Número 1 Altiplano en Almoloya de Juárez, donde permaneció varios años y continuó con una actitud retadora hacia la autoridad, lo que le valió varios correctivos disciplinarios como el reportado el 7 de junio de 2012, cuando reclamó el cambio de su charola rota y la azotó contra el piso con todo y alimentos para ofender y amenazar de muerte a un custodio. En su defensa, el preso dijo que como no veía con su ojo derecho, golpeó accidentalmente la charola contra un borde de cemento y se le cayó.
Ahí promovió amparos en contra de baños con agua fría, la obligación de hacer sentadillas desnudo, tratos humillantes, prohibición de visita familiar e íntima, retiro de su televisor de la estancia, incomunicación y traslado, entre otros actos reclamados. “El Neto” pudo volver a Ciudad Juárez en 2014, pero al penal federal de máxima seguridad Cefereso 9 Norte, donde su mal comportamiento motivó un nuevo traslado al Cefereso 14 CPS Gómez Palacio, Durango el 26 de noviembre de 2015, justificando su rol criminal de secuestrador.
En la prisión de La Laguna, Ernesto Alfredo reclamó ante autoridades judiciales falta de atención médica, una alimentación nutritiva y suficiente, y desde luego su traslado a Chihuahua.
“Estoy perdiendo la vista y necesito ser atendido por un especialista, y las uñas de los pies las tengo enterradas e infectadas, además tengo un problema respiratorio por tener golpeada la nariz y necesito ser evaluado por un especialista”, señalaba el prisionero en una de sus múltiples demandas de amparo.
Finalmente “El Neto” obtuvo protección de la justicia federal que le permitió regresar a la mediana seguridad del Cereso Número 3 de Ciudad Juárez el 14 de septiembre de 2017, donde regularmente interponía demandas de garantías para no ser trasladado de nuevo a alguna otra cárcel. Por lo menos promovió 30 amparos e impugnaciones ante Juzgados Federales de Chihuahua, unos 15 en su estancia en Almoloya y por lo menos seis en su tiempo en Durango.
En el penal de Ciudad Juárez, Piñón de la Cruz se cobijó bajo la sombra del líder de “Los Mexicles” y del autogobierno, Jesús Eduardo Soto Rodríguez “El Lalo”, quien al ser trasladado al Cefereso 15 CPS Chiapas dejó vacante el poder, mismo que presuntamente ocupó el criminal que causó la desgracia en los hogares de diez custodios, dos policías de Investigación y otros presos en el primer día de 2023.