Para nadie es un secreto que desde Palacio Nacional están impulsando a Claudia Sheinbaum, actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para ocupar la responsabilidad de la Presidencia de la República dentro de dos años. Es la consentida del mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador y su esposa. Difícil ir a contracorriente del poder que ambos generan, independientemente de otros nombres que han expresado su intención de contender.
La Jefa de la Capital del país no solo goza de la simpatía presidencial, sino de todo el aparato morenista dependiente del Gobierno Federal; el hecho de ser mujer y encabezar CDMX es sumamente atractivo, pero tiene un “pequeño” problema: sus resultados de gobierno son mediocres.
La administración de Claudia Sheinbaum ha estado marcada por contrastes: la Ciudad de México es una entidad muy complicada de gobernar, es un reto mayúsculo que requiere de capacidad y de mucho carácter. Temas como inseguridad, congestionamientos viales, contaminación, infraestructura, etc., son aspectos nada menores en una urbe que comparte problemáticas con el Estado de México, Morelos, e Hidalgo.
La Jefa de Gobierno llegó con todo el poder que le dio en las urnas el voto ciudadano; ganó con una amplia ventaja, apoyada también por el arrastre del ahora Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Desafortunadamente para su proyecto la imagen, de Sheinbaum se ha visto mermada a raíz de temas tan delicados como las tragedias en las diferentes Líneas del Metro, donde en lugar de generar empatía con las víctimas y sus familias, decidió ser ella la víctima ante los ataques de la oposición.
Un error que cometen la gran mayoría de los gobernadores, alcaldes, senadores y diputados (mujeres y hombres) pertenecientes a Morena es querer utilizar palabras o frases como López Obrador: “pueblo” “conservadores” “PRIAN” “neoliberales” “primero los pobres” son palabras que solo a él le quedan; cualquier imitación es solo eso, una retrato chafa de su líder.
Está tónica de querer parecerse en todo al Presidente de México Claudia, Sheinbaum lo hace para intentar que asuntos como las tragedias de las Líneas del Metro se le resbale o tenga poco efecto en su imagen, lo cual no ha sucedido. Basta recordar que en su intento de minimizar la desgracia de la Línea 12 del Metro, donde murieron más de 20 personas, la población le cobró factura en las elecciones intermedias; la oposición le arrebató la mitad del territorio. Insisto, no es lo mismo ser Andrés Manuel López Obrador que Claudia Sheinbaum o cualquier gobernante.
Es muy probable que la Jefa de Gobierno sea la próxima candidata de Morena a la Presidencia de la República, más por instrucción a las bases y cercanía con el poder que por una gestión efectiva de gobierno.
Pudiera darse el caso que la estructura morenista la haga ganar la Presidencia de México, pero pierda su casa, es decir, la Ciudad de México. Por lo pronto es un escenario nada descabellado.
Alejandro Caso Niebla es consultor en comunicación y políticas públicas.
@CasoAlejandro