El próximo martes 6 de diciembre a las 18 horas, el Centro Cultural de Tijuana (CECUT) estará de fiesta. La sala Carlos Monsiváis celebra once años de existencia, y para conmemorar la ocasión, se proyectará “Schödinger”, cortometraje ganador de la primera edición de la convocatoria al Estímulo para la producción de Ópera Prima en Cortometrajes, posteriormente se le entregará el premio a César Galileo Robles Mejía, ganador a la edición de este año del concurso y se lanzará la convocatoria para el 2023. Además, se otorgará la “Butaca de oro”, premio que recibe el espectador más frecuente de la cineteca, el cual es un pase anual, y se concluirá con un brindis.
Cabe mencionar que este “Estímulo para la Producción de Ópera Prima en Cortometrajes” es bastante reciente, y es un concurso dirigido a jóvenes cineastas entre 18 y 30 años, que nunca hayan producido material cinematográfico, con el motivo de estimular la cultura y la creatividad en la ciudad, este premio otorga 100,000 pesos mexicanos al ganador, para su producción en los siguientes 6 meses de la premiación.
“Schödinger” fue el proyecto ganador en la primera edición en el 2020-2021, dirigido por Xcaret Aramiz Naves Gama, quien estará presente el martes para abrir una discusión acerca del corto, el cual será proyectado y narra la historia de Ana, una chica que después de salir de su entrenamiento descubre a su padre limpiando los restos de un crimen y se propone averiguar que paso. El premio otorgado a la edición de este año, para su guion “La Ruptura” de César Galileo Robles Mejía, el cual cuenta de una joven madre soltera mientras batalla entre sus obligaciones y responsabilidades.
Este estímulo es solo uno ejemplo de las cosas que ha hecho la sala Carlos Monsiváis durante estos once años, se ha encargado de ser la sede para eventos, festivales y muestras de todo tipo de cine independiente, de arte, internacional y nacional, la cual, en palabras de su coordinador general, Carlos Sarabia, “desde un inicio ha buscado descentralizar la oferta cinematográfica de la capital del país, es una sala dedicada a la exhibición del cine internacional, mexicano, tanto clásico como emergente, además de que hay un sistema muy intensivo de programación escolar, que les brinda espacio todos los días a presentaciones para las escuelas de la región”, declaró al semanario.
Las proyecciones a que tiene la cineteca de Tijuana es posible gracias a que es una colaboración directa con la Cineteca Nacional y el Instituto Nacional de Cinematografía, “siempre contamos con una oferta muy amplia, diversa y muy diferente a los cines comerciales, lo nuestro es una labor cultural, contamos con un sistema análogo, que nos permite presentar películas muy viejas, y digital, como se presentan el 80% del cine actual”, comentó Sarabia, además de recalcar que siempre es un plus ofrecer material que no se puede ver en ningún cine comercial ni plataforma.
“Tenemos una oferta súper variada, para todos los gustos, documentales, ficción, dramas, internacionales, ciclos de terror, de hecho justo acaba de terminar el ciclo de Tim Burton, todo lo que programamos es de gran calidad, tratamos de atender a todos los públicos, infantil, juvenil, adulto, para cualquier persona que quiera ver algo diferente, tenemos una labor de difusión muy importante, estamos satisfechos con nuestro trabajo y vamos a celebrarlo el martes”, remarco positivamente.
Acerca de los retos a los que se enfrenta este sitio de difusión cultural, Sarabia explicó a ZETA: “uno de los objetivos siempre ha sido ampliar la base de espectadores, pero para eso solo se necesita tiempo, porque actualmente si gozamos con bastante reconocimiento y la cineteca es muy frecuentada, vienen cientos de personas, es una asistencia muy estable incluso entre semana, en ocasiones se llenan las 200 butacas, aunque nuestro criterio no es mercantil, es cultural, nuestra misión no es la saturación de las salas, por supuesto que es algo bueno, pero lo que buscamos siempre va a ser ofrecer cine de calidad y enriquecedor culturalmente”.
La cineteca es un espacio sumamente fundamental para el desarrollo de la cultura de la ciudad, tienen un programa de creadores independientes llamado Emergentes BC, donde los estudiantes de cualquier universidad ingresan sus proyectos, o cualquier cineasta puede entregar copia de sus proyectos para que puedan ser presentados en la sala sin necesidad de tener un trato con una distribuidora, por lo cual no podrían ser proyectados en ninguna parte, ahí se les da el espacio, además de que se guardan como un acervo cinematográfico.
“Es muy importante nuestro espacio, somos el único lugar brinda oferta de cine de autor, la gente no debería conformarse solo con el cine comercial que reproduce solo cine hollywoodense, nosotros tenemos el compromiso de ir incrementando la variedad y poner en disposición de la gente estos materiales independientes, es algo que hemos y seguimos cumpliendo aunque tengamos una sola sala, pero la programación es variada, y seguiremos trabajando en ampliar y crear oferta para todos los públicos”, concluyó. (Erika C. Moroyoqui / Especial para ZETA)
