Tijuana tuvo un domingo violento al registrar siete homicidios dolosos, con lo que llega a 129 en noviembre y mil 801 en lo que va del año 2022.
El primer hecho se registró al interior del hotel Cancún, cerca del bar 7 de Copas, de la delegación de Los Pinos, en donde se encontró el cadáver de un hombre entre 20 y 25 años, en la habitación 219, con heridas de bala en la cabeza.
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La víctima vestía chamarra negra, camiseta tipo polo negra con blanco, cinto de tela azul y tenis negros; asimismo, en el piso del cuarto encontraron tres casquillos calibre .233 y sobre el buró, una bolsa de plástico gris con hierba seca, mientras que en el tocador hallaron una pipa incrustada a una botella de plástico y dos jeringas hipodérmicas.
En otro hecho, se localizó el cuerpo de una mujer entre 45 y 50 años de edad, con un disparo de arma de fuego en el ojo derecho, así como otra herida en la cabeza y dos más en el tórax. La víctima fue hallada sobre la banqueta de la calle Río Mixcoac, del Ejido Matamoros.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó dos decesos violentos, uno de ellos en la Clínica 1, de un sujeto de nombre “Pablo”, de entre 55 y 60 años, quien fue agredido en un suceso de la colonia El Pípila; mientras que el otro fue en la clínica 35, de un hombre identificado como “Edgar”, de 29 años, con un disparo en la cabeza.
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Además, en el Hospital General también reportó la muerte de un hombre llamado “Julio César”, de 47 años, el cual ingresó desde el 9 de noviembre, lesionado por proyectil de arma de fuego, en un hecho ocurrido en la colonia Revolución.
Por último, se registró un ataque armado en donde una pareja resultó muerta y un menor de edad ileso. Los hechos ocurrieron en las calles Lava y Lluvia, de la sección El Dorado de Playas de Tijuana. Las víctimas fueron identificadas como Rosendo, de 59 años, y la mujer como Lizet Selena, de 26.
Los cuerpos fueron encontrados al interior de una camioneta Jeep con placas de California, con manchas de sangre en pecho y cabeza, y fueron declarados sin vida, en el lugar, por paramédicos de la Cruz Roja. En la escena del crimen se localizaron cinco indicios balísticos calibre 45.
Testigos señalaron que los responsables huyeron en un vehículo color negro.
