El Michelob Ultra Arena de las Vegas, Nevada se vistió de gala y ritmo mexicano cuando la cantante Becky G y la actriz mexicana Yalitza Aparicio entregaron a Christian Nodal el premio a Mejor Álbum de música ranchera/mariachi, su producción “EP #1 Forajido”, en la 23ª edición del Latín Grammy.
Durante su pequeño discurso Nodal agradeció a sus fans, quienes en sus palabras son el “principal motivo por el que hace música”, también agradeció a sus “compas”, equipo de Sony, y a su novia, la cantante argentina Cazzu, le dedicó unas palabras especiales: “mi amor Julieta, gracias por reiniciarme la vida” declaró el cantautor.
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Previo a dicho reconocimiento, los presentadores Thalía, Laura Pausini, Anitta y Luis Fonsi dieron la bienvenida a Marco Antonio Solís, el reconocido como Persona del Año por parte de la Academia. Con una pequeña intro que mostraba el recorrido de las cuatro décadas de carrera del artista de “EL Buki”, este se dispuso a interpretar “Se veía venir” y “La venia bendita” acompañado del Mariachi Sol de México.
El mexicano agradeció a toda la gente que ha seguido su carrera y pidió a los jóvenes músicos nunca perdieran la fe en sus sueños, “tengo el corazón inundado de gratitud, y la gratitud es la memoria del corazón” declaró el cantautor.
Pocos minutos después llegó “el Rey de la bachata”, enfundado en un saco de lentejuelas doradas y una botella en mano, Romeo Santo salió a interpretar su éxito “Bebo”, haciendo una interpretación muy convincente de un hombre muy ebrio.
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Posteriormente, llegó la presentación de “Tocarte”, por parte de Jorge Drexler junto a Elvis Costelo, la cual hizo bailar a todos con el ritmo tan original de su canción, deslumbraron frente a un escenario totalmente blanco, mientras las coristas fungían de mezcladores.
(Erika C. Moroyoqui / Especial para ZETA)
