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jueves, noviembre 21, 2024
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Marina, un año de promesas y planes

Gobernadora llega a Primer Informe con aumento a tarifa del agua, falta de maestros y decenas de proyectos de obra e inversión en ciernes… o que siguen sólo como anuncios

Previo a su Primer Informe de Gobierno, Marina del Pilar Ávila Olmeda decidió aumentar el precio del agua en una entidad en la que seis de sus siete municipios -dos en proceso de integración-, padecen escasez. Pagarán más por un agua que ni siquiera reciben. 

La gobernadora de Baja California aseguró que las familias no serán afectadas porque el promedio de consumo del Estado es de 14 metros cúbicos y el aumento se hará a partir de los 15 metros cúbicos, aunque esto también es erróneo; el tema es que las comisiones de agua llevan meses entregando recibos con aumentos y sobreprecios, práctica común cuando no envían inspectores a revisar los medidores.

La justificación acostumbrada es “debe tener una fuga”, y después evitan enviar personal a revisar las líneas. Simplemente, ignoran a los usuarios.

El aumento del agua es para ya, así que es evidente que a Ávila Olmeda le urge el dinero. ¿Para qué?, se ignora: para terminar el año, pagar aguinaldos, proveedores… a saber. Y como siempre, al igual que todos los gobernantes, en lugar de crear o buscar opciones, decidió cargar la mano a los contribuyentes cautivos.

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Con un año cumplido desde el fin de semana pasado, la gobernadora anunció que realizaría su Primer Informe en dos partes: el acto solemne el domingo 6 en Mexicali, y el lunes 7 de noviembre “un acto sin precedentes”.

Será una jornada multitudinaria que se realizará en el Baja California Center de Rosarito. Fue bautizada como “Un año latiendo juntos”, y en vísperas de esta presentación, algunos de los beneficiados, madres solteras, adultos mayores, personas con discapacidades, niños, estudiantes con diversas becas, uniformes, útiles escolares y desayunos, debieron grabar videos conviviendo con la titular del Poder Ejecutivo del Estado, haciendo un corazón con sus manos, seña que Ávila usa para promover su eslogan de campaña… de gobierno, “Con el corazón por delante”.

Además, mencionó el dinero entregado periódicamente a grupos vulnerables, siguiendo la ruta impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En la semana previa, ha aprovechado para hablar de sus avances, del apoyo al valle vitivinícola, de la regularización de 134 mil autos chocolate, y afirmó, “será el sexenio de las inversiones”. Habló de miles de millones de gasto en obra pública inconclusa.

Se trata de su plan con 20 obras del proyecto Respira, la construcción de tres parques, pavimentaciones, rehabilitación, bacheo de carreteras y algunos proyectos nuevos y/o reciclados que se antojan fantásticos y difícilmente realizables, como la ruta del Tren Elevado a Santa Fe en Tijuana. Aspirinas contra la enfermedad crónica que significa la locura del congestionamiento vial generado en Tijuana, Mexicali y Ensenada en horas pico, por la autorización de fraccionamientos, zonas comerciales o industriales -la cual continúa- sin que exista factibilidad de agua y vialidades.

Ávila ha referido los 142 millones de dólares que presuntamente llegarán de empresas europeas en el viaje que anunciaron costaría 960 mil pesos y terminó gastando “oficialmente” un millón 337 mil pesos de la oficina de la gobernadora y 700 mil de la Secretaría de Economía, sin que informaran cuánto aportaron en patrocinios -de esos que generan compromisos- las empresas visitadas.

Al final, las becas son lo más concreto, porque poniendo como ejemplo las Patrullas Moradas que presume constantemente, a pesar que apenas están presentes en tres de siete municipios, todos los proyectos antes mencionados están en ciernes, a medias… o siguen como anuncio de conferencia mañanera. 

La funcionaria seguro hablará de la compra de cámaras y arcos de vigilancia, sin mencionar que Seguritech, empresa a la que adjudicó el contrato de mil 174 millones, es la misma que ya abusó del erario del Estado con el panista Francisco Vega de Lamadrid través de un acuerdo leonino por 789 millones de pesos, por el cual BC recibió equipo obsoleto y con sobreprecio. Y además, doña Marina decidió esconder del ojo público este nuevo contrato y las especificaciones del equipo.

Indudablemente mencionará cómo “bajó el calor en el infierno”, y ese 23% menos de homicidios en una entidad federativa que se mantiene en los primeros cinco lugares nacionales de violencia. Sin sopesar la multitud de casos sin resolver, y el aumento de personas desaparecidas, quienes el Día de las Madres le recordaron en Mexicali que ellas no tenían “nada que festejar”.

Habrá que esperar, cuando hable de educación -la cual anuncian como gratuita, pero siguen cobrando cuotas-, si detalla la falta de maestros que tiene en jaque la educación en el Estado y anuncia soluciones.

Y esperar que explique por qué el retraso de cirugías y atención a mujeres con cáncer en Issstecali, o en la construcción de cementerios forenses; por qué no recuperan el dinero del proyecto cancelado de Next Energy, o por qué no han acusado a los responsables de redirigir los fondos recabados por Fisamex; por qué no se tiene el primer diagnóstico de adicciones del Estado, o el nuevo modelo de albergues temporales para niños, entre otros muchos pendientes.

Marina del Pilar compró boleto, evidentemente quería el tigre y se lo sacó en la rifa. Lleva un año y no termina de arrancar. Sí, es el primer año de seis, pero el tiempo apremia.

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Autor(a)

Patricia Tamayo Meléndez
Patricia Tamayo Meléndez
Egresada de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Regiomontana. Colaboradora de Semanario ZETA desde 1997. Se ha desempeñado como reportera y editora web.
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