Los políticos, y más los responsables del combate a la inseguridad, siguen creyendo que echando culpas es como se solucionan los problemas. En lo personal, cuando leo o veo que alguien desde el gobierno -sea del partido que sea- responsabiliza a otros, es la señal más clara que el fracaso es inminente. Ahora fue el turno del secretario de Gobernación Adán Augusto López, que al intentar quedar bien con los suyos declaró que en los gobiernos estatales del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano se presentan los mayores índices delictivos; lo único que hizo fue escupir para arriba.
Si bien Guanajuato es un estado donde apesta a contubernio entre el gobierno panista y el crimen organizado, lo mismo se puede decir de gobiernos morenistas como Zacatecas o Morelos. Desafortunadamente una nota común es enterarnos de asesinatos violentos o masacres en la mayor parte del país, sin importar si son gobernados por el PAN, PRI, MC o Morena. Nada abona y creo que lo que menos les importa a los ciudadanos es si un estado es más violento que otro o a qué partido político pertenece. Lo que a la población verdaderamente nos interesa es vivir en tranquilidad, con mayor seguridad y menor impunidad.
El secretario de Gobernación decidió en esta semana dejar la cachucha de funcionario y ponerse la partidista, seguramente siguiendo instrucciones del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. Sin pudor y en abierta campaña rumbo a la sucesión presidencial, señaló a los gobiernos de oposición como los mayores responsables de la crisis de seguridad. Habrá personas que piensen que para que las cosas funcionen se debe poner nombre y apellido, así se exhibe a los culpables y evita que se deslinden de su responsabilidad; lo malo es que se hizo con pura verborrea sin tomar en cuenta los datos duros.
En homicidios dolosos -con información oficial- el “top 10” de terror lo encabezan: Colima, Zacatecas, Baja California, Sonora, Michoacán, Morelos (todos gobernados por Morena); le siguen Chihuahua, Guanajuato (ambos del PAN), seguido de Guerrero y Quinta Roo (también de Morena, aunque Quintana Roo recién asumió la responsabilidad hace unos días).
Una vez más volvimos al escenario triste de politizar la inseguridad, otra vez el desgaste entre funcionarios de diferentes órdenes de gobierno; de nueva cuenta los mexicanos observando cómo se pelean los políticos mientras nos roban el carro, nos asaltan en la calle, el crimen organizado extorsiona a comercios u ofrecen drogas a nuestros hijos en los parques.
Todos se culpan de la incapacidad de unos y otros, hablan de la falta de recursos, de la corrupción, pero la realidad es que las cosas siguen igual de mal que siempre.
Qué decepción de políticos tenemos en general, es claro que lo único que importa es quien sale lo menos raspado ante este monstruo de mil cabezas que actúa en la impunidad divirtiéndose de los yerros de las distintas autoridades. El fracaso se repite sexenio a sexenio, al final de día lo más importante para ellos es ganar elecciones.
Alejandro Caso Niebla es consultor en comunicación y políticas públicas.
@CasoAlejandro