Mary Elizabeth Truss, de 47 años de edad y mejor conocida como Liz Truss, renunció, el 20 de octubre de 2022, como Primera Ministra del Reino Unido, tras sólo 45 días de haber asumido dicho cargo.
Sumida en una crisis política y presionada por sus propios parlamentarios, la dirigente dijo que dejará la jefatura de Gobierno británico, en cuanto se elija su sucesor.
También indicó que presentó su renuncia al rey Carlos III y que el 28 de octubre de 2022 se realizará una elección de liderazgo, para elegir a su reemplazante.
En una comparecencia ante los medios al frente del número 10 de Downing Street -sede de la residencia oficial del primer ministro británico, Truss reconoció que sería incapaz de asumir las promesas que hizo cuando postuló a la jefatura de su partido y, por ende, del gobierno.
“Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajando la cotización social. Hemos planteado una visión para economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del ‘brexit'”, consideró Truss.
“Reconozco, dada la situación, que no podré llevar adelante el mandato para el cual fui elegida por el Partido Conservador”, agregó Truss.
“Por ello, hablé con Su Majestad el Rey para notificarle que renuncio como líder del partido”, sostuvo Truss, quien se convirtió en el jefe del Gobierno británico que menos tiempo pasó al mando del Ejecutivo.
Truss agregó que más temprano se había reunido con el presidente del Comité 1922 -que agrupa a los diputados “tories” sin cartera-, sir Graham Brady.
“Acordamos que la próxima semana se realizará la elección de un nuevo liderazgo. Esto asegura que nos mantendremos en el camino de cumplir con nuestros planes fiscales y salvaguardar la estabilidad económica del país y la seguridad nacional”, añadió.
El 23 de septiembre de 2022, Truss presentó su plan fiscal, con una masiva disminución de impuestos, lo que trajo caos en los mercados y despertó la desconfianza en la economía británica.
Tras conocerse la dimisión, el líder laborista, Keir Starmer, en la oposición, exigió la convocatoria de elecciones generales. “El Partido Conservador ha demostrado que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso conservador, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos”, afirmó.
Horas después de que Truss rechazó las demandas de parlamentarios para dimitir, el 19 de octubre de 2022, se vio obligada a despedir a la ministra del Interior, Suella Braverman, por una violación de seguridad, al enviar un documento oficial desde su cuenta de correo electrónico personal.
Desde la Cámara de los Comunes, la insistencia de Truss en que no renunciará, al describirse como “una luchadora y no una renunciante”, fue recibida con risas, incredulidad y gritos de “dimisión, dimisión”.
El 14 de octubre de 2022, la Primera Ministra cambió a su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, quien fue el artífice de los amplios recortes de impuestos que sacudieron los mercados financieros y provocaron la caída en picada de la libra esterlina.
Truss reemplazó a su canciller y aliado de mucho tiempo, con Jeremy Hunt, un firme partidario de Rishi Sunak, quien fue su mayor en la contienda político.
Al renunciar, Truss se convierte en la primera ministra del país que menos tiempo ha estado en el cargo, con 45 días de mandato al anunciar su dimisión. Antes, George Canning tenía ese récord al servir 119 días hasta su muerte en 1827.
Truss fue la Primera Ministra del Reino Unido, siendo la tercera mujer que ocupa el cargo, tras Margaret Tatcher y Theresa May.
El 5 de septiembre de 2022, Truss ganó la mayoría de los votos dentro del gobernante Partido Conservador, por lo que sucedió a Alexander Boris de Pfeffel Johnson, quien renunció el 7 de julio del 2022, tras una serie de escándalos.
Truss derrotó con el 57 por ciento de los votos del Partido Conservador, a su rival, el multimillonario Rishi Sunak, ex ministro de Hacienda, quien obtuvo el 43 por ciento.
El 9 de septiembre de 2022, Johnson pronunció su discurso de despedida en Downing Street. Acto seguido, entregó su renuncia oficial a la reina Isabel II, quien nombró a la sucesora de Johnson.
Por primera vez en su largo reinado, la monarca -de entonces 96 años de edad- nombró a la nueva jefa de Gobierno en una ceremonia en su castillo escocés, Balmoral, y no en Londres, en el palacio de Buckingham. Ello debido a los problemas de movilidad de la reina.
La sucesora de Johnson regresó entonces a Londres, para pronunciar su primer discurso ante el número 10 de Downing Street -la residencia oficial-, formar Gobierno y debatir, el 6 de septiembre del 2022, en el Parlamento con el líder de la oposición, Keir Starmer.
Sin ofrecer detalles, Truss informó entonces de un “plan audaz” para reducir los impuestos y generar crecimiento económico. Además de “abordar la crisis energética, lidiar con los recibos de energía de las personas, pero también con los problemas a largo plazo que tenemos con el suministro de energía”.
“Boris: lograste el Brexit, derrotaste a Jeremy Corbyn, lanzaste la vacuna y te enfrentaste a Vladimir Putin […] Sé que nuestras creencias resuenan en el pueblo británico […] Hice campaña como conservadora y gobernaré como conservadora”, indicó Truss.
¿QUIÉN ES LIZ TRUSS?
Mary Elizabeth Truss nació en Oxford, en 1975. Ella misma ha descrito a su padre, un profesor de matemáticas, y a su madre, una enfermera, como gente “de izquierda”.
La familia se mudó a Paisley, al oeste de Glasgow, Escocia, cuando Truss tenía cuatro años. Más tarde, llegaron a Leeds, al norte de Inglaterra, donde Liz asistió a Roundhay, una escuela secundaria estatal.
Truss llegó a la Universidad de Oxford, donde estudió Filosofía, Política y Economía y participó activamente en la política estudiantil, inicialmente para el partido Demócrata Liberal. Después se pasó al partido Conservador.
Tras graduarse, trabajó como contadora para Shell y Cable & Wireless, y se casó con el también contador Hugh O’Leary, en el año 2000. La pareja tiene dos hijas.
Truss se presentó como candidata conservadora de Hemsworth, en Yorkshire, Inglaterra, en las elecciones generales de 2001, pero perdió. Después sufrió otra derrota en Calder Valley, también en Yorkshire, en 2005.
Fue elegida miembro del Ayuntamiento de Greenwich, en el sureste de Londres, en 2006. Desde 2008 también trabajó para el grupo de expertos de centro-derecha Reform.
El entonces líder conservador David Cameron colocó a Truss en su “lista A” de candidatos prioritarios para las elecciones de 2010 y fue seleccionada para presentarse al escaño asegurado de Norfolk suroccidental.
Pero pronto se enfrentó a una batalla contra la asociación conservadora del distrito electoral, que pidió retirar a Truss después de que se reveló que había tenido una aventura amorosa con el parlamentario conservador Mark Field, unos años antes.
Sin embargo, el esfuerzo por expulsarla fracasó y Truss ganó el escaño por más de 13 mil votos. Asimismo, fue coautora del libro ‘Britannia Unchained’, junto a otros cuatro parlamentarios conservadores elegidos en 2010.
En este recomendaban eliminar las regulaciones estatales para impulsar la posición del Reino Unido en el mundo, y el libro mostraba a Truss como una prominente defensora de las políticas de libre mercado en las filas conservadoras.
Durante un reciente debate en la BBC durante la campaña para el cargo de primer ministro, se le cuestionó por un comentario en ‘Britannia Unchained’, en el que describe a los trabajadores británicos como “unos de los peores haraganes del mundo”. Pero ella insistió en que no lo había escrito.
En 2012, poco más de dos años después de convertirse en diputada, ingresó al gobierno como secretaria de Educación y en 2014 fue ascendida a secretaria de Medio Ambiente. Durante la conferencia conservadora de 2015, Truss fue objeto de burlas por un discurso en el que dijo, con voz apasionada: “Importamos dos tercios de nuestro queso. Eso. Es. Una. Desgracia”.
Truss hizo campaña a favor de permanecer en la Unión Europea y escribió en el diario Sun que el Brexit sería “una triple tragedia: más reglas, más formularios y más demoras al vender a la UE”.
Sin embargo, después de que su lado perdió, cambió de opinión y argumentó que el Brexit brindaba una oportunidad para “sacudir la forma en que funcionan las cosas”.
Bajo el mandato de Theresa May, Truss se desempeñó como secretaria de Justicia y posteriormente como secretaria en jefe del Tesoro.
Cuando Boris Johnson se convirtió en primer ministro en 2019, Truss pasó a ser secretaria de Comercio Internacional, un trabajo que significaba reunirse con líderes políticos y empresariales mundiales para promover los intereses comerciales de Reino Unido.
En 2021 se trasladó a uno de los puestos de mayor rango en el gobierno: secretaria de Relaciones Exteriores. En este cargo, intentó resolver el espinoso problema del Protocolo de Irlanda del Norte, eliminando partes de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido posterior al Brexit.
También consiguió la liberación de dos ciudadanos británico-iraníes que habían sido arrestados y detenidos en Irán. Además, cuando Rusia invadió Ucrania en febrero del 2022, insistió en que todas las fuerzas de Vladimir Putin deberían ser expulsadas del país. Pero enfrentó críticas después de que respaldó a ciudadanos en Reino Unido que querían ir a pelear a Ucrania.
La campaña de Truss por el liderazgo del partido Conservador no estuvo exenta de controversia. Cuando se le presionó para responder cómo abordaría la crisis del costo de vida en el país, dijo que centrará sus esfuerzos en “reducir la carga fiscal, no en dar ayuda financiera”.
También llamó a la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, una “buscadora de atención”, y agregó que era mejor “ignorarla”.
BORIS JOHNSON DIMITE COMO PRIMER MINISTRO DE GRAN BRETAÑA, TRAS ESCÁNDALOS Y CRISIS EN GOBIERNO
El primer ministro británico, Alexander Boris de Pfeffel Johnson, anunció, el 7 de julio del 2022, su dimisión como líder del Partido Conservador, pero su intención era mantenerse como jefe del Gobierno hasta que se nombrara a su sucesor.
El también periodista e historiador, de 58 años de edad, se vio obligado a renunciar tras perder el apoyo de su partido a raíz de incesantes escándalos. Sin embargo, al presentar su dimisión, aseguró sentirse “inmensamente orgulloso” por los logros de su Gobierno, como el Brexit, el manejo de la pandemia de la COVID-19 y hacer frente a la agresión rusa en Ucrania.
El político conservador fue uno de los artífices de la campaña del “brexit” o salida británica de la Unión Europea. Sustituyó a la dimisionaria Theresa May. Como marca la tradición, el también ahora ex líder del Partido Conservador fue investido, el 24 de julio del 2019, por la reina en una breve audiencia en el palacio de Buckingham, en Londres.
“Es claramente la voluntad del grupo parlamentario conservador que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro”, reconoció Johnson al anunciar su renuncia, en un mensaje a la nación frente a la célebre puerta negra del número 10 de Downing Street.
“Tiene que haber un nuevo líder del partido y un nuevo primer ministro. El proceso tiene que comenzar. Empezará la semana que viene […] Al nuevo líder yo le daré todo el apoyo que pueda. Al pueblo británico, a quienes estén aliviados y también a los que estén decepcionados, quiero que sepan que estoy muy triste de renunciar, por dejar el mejor trabajo del mundo”, indicó Johnson.
“He intentado convencer a mis compañeros que sería excéntrico cambiar Gobierno cuando estamos haciendo tanto. Es doloroso no haberlos convencido. Pero en política nadie es indispensable. Nuestro sistema es darwinista […] He peleado de manera tan dura en los últimos días porque sentía que era mi trabajo, mi deber y mi obligación para vosotros hacer lo que prometimos. Estoy muy orgulloso”, agregó.
Johnson, que había ganado con mayoría las elecciones generales del 2019, aceptó presentar la dimisión después de que más de 50 miembros de su Ejecutivo renunciaron en protesta con su Administración -entre ellos Rishi Sunak y Sajid Javid, ministros de Finanzas y Sanidad, respectivamente- y los escándalos en los que se ha visto envuelto el “premier” británico durante los últimos meses.
Para el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, su futura partida es “una buena noticia”, pero no basta. “Necesitamos un verdadero cambio de gobierno”, dijo, considerando una moción de censura contra el Gobierno para precipitar la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
El 7 de julio del 2022, el nuevo ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi, nombrado apenas hace dos días, se sumó a quienes pidieron al primer ministro que se fuera. “Sabe en su corazón qué es lo correcto, váyase ahora”, escribió en una carta publicada en la red social Twitter. Por su parte, Michelle Donelan, nombrada también hace un par de días en la cartera de Educación para reemplazar a Zahawi, presentó asimismo su dimisión menos de dos días después.
“Un Gobierno decente y responsable se basa en la honestidad, la integridad y el respeto mutuo”, afirmó, por su parte, el ministro de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, agregando su nombre a la lista de dimisionarios. “Lamento profundamente tener que dejar el gobierno porque creo que estos valores ya no se respetan”, afirmó.
A principios de junio del 2022, Johnson sobrevivió a un voto de censura de sus propios diputados, gracias al apoyo de 211 de sus 359 legisladores, pero los 148 votos en su contra hicieron patente que el descontento no dejaba de crecer. Según medios británicos, ahora el primer ministro sólo contaría con el respaldo de 65 diputados.
Desde el denominado “partygate” -el escándalo por las fiestas organizadas en Downing Street durante los confinamientos por la pandemia de la COVID-19 de 2020 y 2021-, hasta la irregular financiación de la lujosa reforma de su residencia oficial, pasando por acusaciones de amiguismo, los escándalos en torno a Johnson se multiplicaron.
Las renuncias de Javid y Sunak tuvieron lugar horas después de que Johnson se disculpara por enésima vez, reconociendo que cometió un “error” al haber nombrado en un importante cargo parlamentario a Chris Pincher, responsable conservador que la semana pasada renunció acusado de toquetear a dos hombres, uno de ellos diputado. Tras haber afirmado lo contrario, Downing Street reconoció el 5 de julio del 2022, que el primer ministro fue informado en 2019 de anteriores acusaciones contra el legislador, pero que las había “olvidado”.