Imagino que la capa de ozono debe estar mucho más delgada y frágil, con el sol directo en su esplendor; antes de finalizar el verano, este septiembre soportamos el intenso calor en Tijuana, llegando más allá de los 30 grados centígrados.
Estamos haciendo muchas cosas mal en vez de las que podrían ser buenas, como usar menos el vehículo de motor a gasolina, ir a pie hasta cuatro cuadras de la casa o tomar la bicicleta. La basura fuera de su lugar, causa estragos y muerte; incendios, inundaciones y contaminación mortal.
Hoy tenemos lluvia en Sonora, harta, como nunca. En Monterrey, Nuevo León, hay sequía. Los estados del sur, sin lluvia y agua potable escasa. Tenemos cáncer de piel por el sol que daña al ser humano, al exponerse al astro rojo. Todos somos culpables, de una u otra manera; las bolsas de plástico acá en Tijuana, todo comercio las expide.
En BC no hay verificación anticontaminante de vehículo de automotor, y las fumarolas ni quién las pare. Los parques acuáticos son pocos, descuidados. Los pulmones verdes agonizan este 2022. Todo mundo renegamos por el intenso calor que no pudimos quitarnos ni yendo a balnearios o playas, pues cualquier esfuerzo físico genera calor humano.
Es insólito tener estas temperaturas en Tijuana, poco vistas; creo yo que subió más el mercurio que el año pasado. También los incendios deliberados (como el del 12 de agosto, acto terrorista que vivimos los tijuanenses) generan daño ambiental; se suman las quemas de cobre de los adictos del Canal, vendiéndolo para sacar para su adicción (he visto constantes fumarolas de smog negro, por el cobre). Todo esto causa daño ambiental, pero la Policía Municipal ni multa ni detiene, menos da una amonestación.
La basura está por todos lados, como foco contaminante que además da mal aspecto a la ciudad. Ojalá no lleguemos a arrepentirnos del mal que hacemos cuando pudimos hacer las cosas bien.
La vox pópuli de Tijuana no se aguantó ni pudo dormir, por el calorón. Mientras, la venta de abanicos eléctricos hizo su agosto.
Hay explicaciones sobre este aumento de temperaturas: calentamiento global, cambio climático, efecto invernadero. Los glaciares son menes, mientras vence y gana el clima veraniego en todo el orbe.
Todos podemos ayudar y participar para reducir esta catástrofe climática en el mundo, le toque a quien le toque. Es tarea de todos. Ya los inviernos en la entidad no son helados, van de menos a más en aumento calorífico, mientras el frío ni se siente. Este 2022 tuvimos una probadita infernal para que nos eduquemos antes de que sea demasiado tarde para todos.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.
