Las diversas celebraciones de Halloween y Día de Muertos, el 31 de octubre, y 1 y 2 de noviembre, respectivamente, conviven culturalmente sobre todo en la frontera de México con Estados Unidos, en el norte de México o sur del vecino país.
En esta ocasión, tras una pausa por la pandemia de COVID-19, vuelve la tradicional celebración del Día de Muertos en el Jardín Botánico del Desierto en Phoenix (Desert Botanical Garden Phoenix), en Arizona, bajo la gestión cultural de Ulrike Figueroa, quien propone un intercambio cultural entre ambos países.
“El objetivo es realizar un intercambio cultural de la tradición de Día de Muertos, presentando de forma auténtica, educativa e innovadora esta tradición mexicana, a través de la obra de artistas y artesanos oaxaqueños y mexiquenses”, expresó Ulrike Figueroa.
Entonces, bajo el liderazgo de la gestora cultural Ulrike Figueroa artistas mexicanos participan en la celebración del Día de Muertos, entre ellos Rufina Ruiz López, alfarera de Oaxaca; Pablo Osorio, cantante oaxaqueño, Victoria Molina, artista visual mexiquense; así como artesanos mexicanos como Efraín Fuentes, Silvia Gómez y José Hilario Ruiz López; y el chef Ricardo Aguirre.
“En el programa se incluye el montaje de un altar de muertos interactivo, donde los visitantes podrán imprimir las fotografías de sus seres queridos para dejarlas en él, de acuerdo con la tradición mexicana. También habrá una experiencia sensorial denominada Sabores de Día de Muertos (o Tastes of Día de Muertos) que bajo el lema ‘Flores fuimos y en flores nos convertiremos’ fue diseñada por la artista Victoria Molina y el Chef Ricardo Aguirre. Esta instalación está inspirada en la experiencia de entrar a un panteón en las noches de Día de Muertos. La artista Victoria Molina, diseñó una experiencia gastronómica participativa que tendrá como eje conductor las flores. Elementos que conectan con los alimentos que comemos. Esta actividad cuenta con alimentos tradicionales llevados a un contexto contemporáneo, flores comestibles y la emoción de visitar el panteón y esperar a los difuntos una noche de Día de Muertos, como se hace en México”, detalló Ulrike Figueroa.
Asimismo, en torno a la celebración del Día de Muertos en el Jardín Botánico del Desierto en Phoenix, en un estado como Arizona, Ulrike Figueroa destacó el valor de la cultura en entrevista para ZETA:
“Yo creo firmemente que la cultura es el mejor puente para acercar a dos pueblos que a veces se tratan como desconocidos. A través de la cultura se puede crear realmente un puente entre dos naciones, entre personas con creencias diferentes e ir mitigando estas preconcepciones y prejuicios que tenemos sobre personas que consideramos o que vemos como otros, o como ajenos a nosotros”.
Concluyó Ulrike Figueroa: “El Día de Muertos es una festividad viva que nos ayuda a acercarnos culturalmente para generar mucha más empatía entre las dos culturas”.
Finalmente, este programa fue apoyado y financiado por el Desert Botanical Garden en Phoenix, Arizona, con el apoyo del Consulado de México en Phoenix.
