El de Gobernación visitó Mexicali para promover militarización hasta 2028 (de paso hizo campaña), y exhibió -sin querer- a la gobernadora Marina Ávila Olmeda por su proyecto C5i
Como es más que sabido, uno de los “presidenciables” de Morena para 2024 es Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación y amigo del mandatario morenista, Andrés Manuel López Obrador.
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En esa posición acudió a Mexicali para sostener charla con diputados y convencerlos de los beneficios que genera mantener al Ejército en las calles hasta 2028, más allá de la gestión de López Obrador.
La plática fue pública y en el pleno del Congreso del Estado. No fue una sesión oficial, ordinaria o extraordinaria, sólo tomaron prestado el recinto para que Adán Augusto usara el escenario para promoverse, bajo el argumento de un ejercicio democrático, pero como presidenciable.
Comentó que pretendían acabar con la mala práctica de simplemente imponerse mediante una llamada telefónica como -dijo- se hacía antes, cuando había interés presidencial en que una reforma constitucional avanzara.
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Además, su visita fue más un acto de autoritarismo e imposición que de debate -puesto que sólo hubo halagos o reclamos burdos de la oposición-, la verdadera joya dentro de sus comentarios fue cuando -sin que nadie se lo pidiera- habló de los proyectos C5i.
Y es que durante su intervención, respondió a las acusaciones del PAN sobre el fracaso de la estrategia de seguridad. Indicó que el Gobierno de Guanajuato invirtió más de 2 mil millones de pesos en un C5i, el cual no sirve para nada.
Ya en la conferencia de prensa se le solicitó ampliar su declaración al respecto y dijo lo siguiente: “La generalidad es que no han funcionado, ¿por qué? Porque se prestaron a la corrupción, so pretexto de que eran modernas inversiones para inteligencia y para coadyuvar en tareas de seguridad pública, se le dieron los contratos a dos o tres en todo el país; hubo un sobreprecio. Hay C5 que ni siquiera tienen instaladas la totalidad de las pantallas o cámaras”-
Adán Augusto se refería a los contratos de C5i que dotó el gobierno de Enrique Peña Nieto a Seguritech Privada, empresa que ha sido multi señalada por inflar precios y vender equipo obsoleto.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda convino por casi mil 200 millones de pesos y se comprometió a pagar el contrato signado por Francisco Vega de Lamadrid -de casi 800 millones- con la empresa Seguritech, lo cual quiere decir que para el fin de la administración, los habría beneficiado con aproximadamente 2 mil millones de pesos, monto similar al que criticó Adán Augusto.
No conforme con ello, los argumentos que criticó el funcionario federal son los mismos que la gobernadora ha utilizado para justificar la compra del proyecto, el cual sigue en opacidad debido a que se han negado a abrir el contrato al público. De hecho, restringieron la información por cinco años.
Paso por paso y sin darse cuenta, Adán Augusto exhibió el proyecto insignia de Marina del Pilar, frente a ella y a Rocío Adame, quien se encargó de hacer la gestión para que el Poder Legislativo aprobara la propuesta del Ejecutivo y endeudar por cinco años al Estado en beneficio de una empresa exhibida a nivel nacional.
¿Qué compromisos se tienen para mantener un proyecto de esta naturaleza? ¿Cómo justificarlo cuando el Gobierno de México ya sabe que son proyectos “corruptos e ineficientes”?
La gobernadora prometió la instalación de 4 mil cámaras y de todo un sistema tecnológico que brindaría una vigilancia mucho más eficiente a nivel estatal, pero las corporaciones estatales no cuentan con gasolina para operar algunos días, ni con chalecos, ni los aditamentos mínimos necesarios para operar, sin mencionar que Baja California tiene la Policía Estatal más pequeña de México. Pero bueno, al menos ya podemos ver cómo se cometen los delitos…
