El manejo del gobierno ante la temporada de huracanes causa molestia; sociedad señala falta de seriedad, organización y perspectiva de la prevención
En sesión del Consejo Estatal de Protección Civil, representantes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informaron que la tormenta tropical “Madeline” avanzó por el Océano Pacífico sin dejar mayores afectaciones para Baja California Sur.
De acuerdo con el reporte de la Conagua, el fenómeno meteorológico dejó lluvias con acumulados de agua pluvial de entre 25 y 50 milímetros en los municipios de La Paz y Los Cabos.
Debido al pronóstico de la dependencia federal, autoridades estatales determinaron la suspensión de clases para todos los municipios de Baja California Sur; sin embargo, a pesar de que ya había comunicados oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, reculó.
Pidió a los integrantes del Consejo Estatal esperar a la sesión de las ocho de la noche del lunes 19 de septiembre para determinar la suspensión de clases, a pesar de que esta medida ya había sido votada y aprobada en sesión.
La comunidad escolar expresó su inconformidad al gobernador, quien ese mismo día anunció que sí habría clases en La Paz, Mulegé, Comondú y Loreto, y que la suspensión de actividades escolares aplicaría únicamente para Los Cabos.
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No obstante, el mandatario pidió a la sociedad atender la sesión de las seis de la mañana del martes 20 de septiembre, para reiterar si habrá clases o no para La Paz y los demás municipios.
Ante la desinformación ocasionada por el manejo del Consejo de Protección Civil, la ciudadanía expresó su inconformidad al mandatario a través de redes sociales. Usuarios señalaron la falta de seriedad con las decisiones del gobernador y el gabinete, al atender posibles contingencias por ciclones sin perspectiva de la prevención.
Ante esto, Castro Cosío calificó como abusivos a quienes exigieron la suspensión de clases por las lluvias que se pronosticaron por la tormenta tropical “Madeline”.
“No podemos ser irresponsables y por una lluvia estar parando las actividades. Ya les he dicho una y otra vez que hay decenas de poblaciones en el país donde llueve más seguido y no pasa nada absolutamente nada de esto, que algunos de aquí abusivamente quieran estar en esa condición”, respondió.
Las declaraciones del gobernador desataron la molestia de los habitantes de La Paz, quienes acusaron que el mandatario toma decisiones desde el privilegio, ya que la ciudad no cuenta con infraestructura pluvial y las calles se convierten en un riesgo total ante la menor lluvia.
“Apeló a la buena voluntad de padres de familia y maestros para hacer causa común, ya que no pueden estar parando las actividades con pretexto de una lluvia que puede ser normal. Puede generarnos encharcamientos, problemas de traslado, etc., pero… ¿qué no nos ha causado? Que no sea pretexto, es lo que quiero concretarles”, insistió.
