A lo largo de nuestra vida, solemos preocuparnos o estar alertas ante amenazas o riesgos evidentes, pero en muchas ocasiones desafortunadamente desatendemos o no ponemos suficiente atención a situaciones o síntomas que pueden tener graves consecuencias.
Haciendo una analogía con la conducción de un vehículo, podríamos equipararlo con manejar poniendo atención al camino, pero sin haber revisado las condiciones mecánicas de la unidad en que nos transportamos y sin verificar niveles de los líquidos que hacen posible el funcionamiento del automóvil, como el combustible, aceite, líquido de frenos y agua o anticongelante, así como presión de aire en las llantas.
Con la salud sucede algo similar.
Quizá nos preocupemos de lo que se ve, pero no estamos al tanto de la prevención en materia de salud o desatendemos ciertos síntomas.
Diariamente tal vez nos ocupemos de lo estético, desde el peinado, vestimenta, higiene dental, bloqueo de sol y otros aspectos que saltan a la vista, pero frecuentemente olvidamos la necesidad de revisión de indicadores que se obtienen a través de análisis de laboratorio y de consulta médica.
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En especial, tenemos que cuidarnos de enemigos que se esconden y que, en muchos casos, se detectan hasta que hay graves y hasta funestas consecuencias.
Uno de los males más graves que por ese olvido podemos enfrentar, es conocido como el “asesino silencioso”, identificado médicamente como hipertensión arterial.
La mayoría de las veces, la hipertensión arterial (HTA o hipertensión) no presenta síntomas obvios que indiquen que algo está mal. La mejor forma de protegerse es ser consciente de los riesgos y realizar cambios significativos.
Muchas personas con hipertensión arterial ni siquiera saben que la padecen. A menudo, los signos y síntomas se malinterpretan.
La HTA afecta a más del 20% de los adultos entre 18 y 65 años, y aumenta hasta casi el 60-70% en las personas de más de 65 años. En el mundo, la HTA es responsable de 7.6 millones de muertes cada año (13% del total), y del 54% de los ictus y del 47% de los problemas coronarios.
El infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares son la principal causa de muerte.
Entre los tipos de hipertensión, destacan la crónica y la reactiva. La segunda, si no se atiende oportunamente, puede convertirse en la primera.
La hipertensión arterial crónica se desarrolla lentamente con el tiempo y puede estar relacionada con muchas causas. No se cura. Sin embargo, se puede controlar mediante cambios en el estilo de vida y, cuando sea necesario, medicación.
Conocer sus riesgos puede ayudarla a identificar cambios positivos que puede realizar. Haga todo lo posible para evitar los graves problemas que pueden surgir si su presión arterial es demasiado alta durante demasiado tiempo.
Los estimulantes que se consumen durante el día, como bebidas energéticas, alimentos con alto contenido de sal, suplementos para bajar de peso, el cigarro, la cafeína, el ritmo de vida y el estrés, son factores para que surja una hipertensión reactiva.
Si las personas continúan con síntomas y la presión no se normaliza, se pueden convertir en personas con padecimiento de hipertensión
Los factores de riesgos de la presión elevada se ven por lo general cuando el individuo comienza con la vida laboral, en la juventud, pero luego de esa etapa se detectan personas hipertensas que están descontroladas por no atenderse oportunamente.
A las personas que presentan hipertensión reactiva, se les debe aplicar un tratamiento para estabilizarles la ansiedad, ya que si no se les controla, se puede enfrentar un caso de presión alta, en la que incide también el colesterol, los triglicéridos, y la glucosa.
La información incorporada en esta colaboración tiene como fuentes a https://buscandorespuestas.lne.es/salud/hipertension-asesino-silencioso-amenaza-mil-millones-personas/, https://www.heart.org/es/health-topics/high-blood-pressure/why-high-blood-pressure-is-a-silent-killer, https://sipse.com/novedades/causantes-de-la-hipertension-reactiva-enfermedad-salud-sesa-medico-doctorescruz-roja-salud-cancun-quintana-roo-195004.html y https://www.diabetesjuntosxti.mx/prevencion/la-hipertension-el-otro-asesino-silencioso/2010/07/.
Todo es cuestión de cuidarse de los enemigos escondidos.
Alberto Sandoval ha sido educador de adultos, profesor de bachillerato, catedrático universitario, servidor público, conferencista, deportista y activista ciudadano.
Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: http://albsandoval.blogspot.com/ Facebook: Alberto Sandoval. Twitter: @AlSandoval
