Son pocas las certezas que se tienen sobre el homicidio de Ismael de Jesús Zazueta Gálvez, ocurrido aproximadamente a las 04:00 horas del domingo 31 de julio sobre la calle Leona Vicario, casi frente al bar Menéalo de Tijuana.
El joven de 26 años supuestamente defendió a una mujer que era agredida por un grupo de más de quince personas al salir del bar LeConteiner. Tanto él como su hermano Roberto expusieron el físico para defender a la mujer que era golpeada; nunca esperó ser noqueado y arrollado tras pasar una noche de fiesta.
Escucha: Regresan extorsiones del CAF: Podcast.
“Me patearon y me golpearon en el suelo, lo único que pude hacer fue correr y recibir golpes”, recordó Roberto Zazueta previo a dar su testimonio ante la Fiscalía General del Estado sobre lo ocurrido en esa salida con su hermano y su prima.
“Nos han hostigado mucho, ya no sabemos ni qué quieren, no sabemos ni el nombre de la muchacha que defendió mi hijo”, afirmó la señora Yessenia, madre de Ismael de Jesús.
La investigación ha sido demorada por dos factores: por una parte, la apatía de los testigos de rendir formalmente su declaración ante la FGE, y por otra, la colaboración de los negocios para compartir los videos de las cámaras de seguridad en la calle Leona Vicario, donde hay once establecimientos y oficinas, de los que sólo tres han compartido sus videos, entre éstos LeConteiner.
Públicamente en sus redes sociales, el bar detalló que sus videos son internos porque no pueden atender la seguridad en vía pública. La FGE está en espera de los registros de las cámaras de una plaza comercial y de las oficinas del Poder Judicial de la Federación, ambas cercanas a la Vía Rápida Poniente.
De acuerdo con la investigación, “el problema no se generó dentro del bar, lo que se aprecia en los videos y los testimonios, es que todo fue fuera”.
Analizando los videos, “se ve que hay un conflicto con unas personas dentro de un vehículo negro donde se hace un connato. Hay otro video de los Juzgados federales donde hay un vehículo que llega, no estaba ahí, al llegar le echan el vehículo a un grupo de personas, ‘reversea’ (sic) y se retira, y ahí la víctima ya estaba inconsciente”, compartieron a ZETA investigadores del caso.
Las certezas que se tienen, son que el pleito inició fuera del bar, que el auto que embistió a Ismael llegó por la Vía Rápida y era tripulado por dos mujeres; que el vehículo gris que le quitó la vida a Ismael fue conducido rumbo a la Zona Oeste de la ciudad, en la delegación Playas de Tijuana; y que entre las implicadas en el hecho hay mujeres de la comunidad LGBT+. Incluso que la persona que defendió Ismael podría ser una mujer trans, de acuerdo a uno de los testimonios que falta por corroborar.
Al cotejar los tres videos de seguridad que tiene la FGE, citarán a los guardias de seguridad y personas que declararon “no haber visto nada” pese a ser testigos oculares. Más de veinte personas podrían aportar datos y videos, como el caso del Hospital Río Médica, que cerró sus accesos por tres horas ante el homicidio registrado a metros de su acceso principal.
Formalmente, no se sabe la causa de muerte de Ismael, aunque científicamente el forense determinó que fue politraumatismo, pero no determinó con exactitud la causa letal. Tampoco se sabe la identidad de la mujer defendida por el joven Zazueta.
Ismael deja a una viuda y a su hija huérfana, a una madre desconsolada y un hermano exigiendo justicia. Todos, en medio de las versiones que circulan por internet y que no quieren ser ratificadas formal y oficialmente ante la Fiscalía General del Estado.