El grupo Ciudadanos Unidos por la Cultura demandó que se reanuden los trabajos de remodelación de la Biblioteca Benito Juárez, en la Zona Río de Tijuana. Acusaron que desde la anterior administración municipal el inmueble se mantiene cerrado.
Aída Méndez, integrante de la organización, refirió a ZETA que Ciudadanos Unidos por la Cultura remitió oficios a la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, el secretario de Bienestar, Gerardo López Montes, la regidora Miriam Echeverría Gastélum, la Comisión de Cultura en la XXIV Legislatura de BC y el diputado federal Carlos Francisco Ortiz Tejeda, sin que hasta la fecha se haya obtenido respuesta.
Refirió que los miembros del grupo ciudadano también recurrieron a la directora de Operación de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, Alicia Álvarez Mondragón, quien en su caso les hizo saber que la DOB emprendería “las acciones conducentes para la reactivación de la biblioteca Benito Juárez”.
Aída Méndez indicó que mientras tanto se están viendo afectadas entre 800 y mil cien personas, rango en el cual estribaba el aforo mensual que registraba el recinto bibliotecario.
Detalló que con la suspensión de la remodelación se ven perjudicadas comunidades aledañas, además de tres escuelas primarias, una secundaria y un jardín de niños que requieren los servicios de la biblioteca, tales como préstamo de libros, internet gratuito, acervo para personas invidentes, clases de lenguaje a señas para la comunidad sorda.
Publicidad
__
Por otro lado señaló que con los trabajos emprendidos en el inmueble la Sala de Usos Múltiples sólo podrá albergar a 20 personas, cuando originalmente tenía cupo para 80; la sección de lectura infantil no tendrá espacio para material bibliográfico y mobiliario suficientes; la distribución de la estantería a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenamiento Territorial es incorrecta.
Acusó que las autoridades o instancias a cargo de la remodelación “no dejaron ventilación, eliminaron el área administrativa y de procesos técnicos” y “pretenden construir en el espacio de la biblioteca una oficina, para servicios que no son bibliotecarios”; amén de que actualmente las colecciones bibliográficas están expuestas y empolvándose.
El miércoles 24 de agosto, el titular de la SIDURT, Arturo Espinoza Jaramillo, declaró que la dependencia a su cargo recibió “un problema de una empresa que desapareció”. Sostuvo que la firma “dejó a medias el trabajo” en la biblioteca pública y que “hay un recurso que no ejerció”.
Aseguró que las labores de remozamiento se reanudarán. “Estamos sobre las finanzas y ya separamos una cantidad de recursos para seguir la obra, nada más terminamos un tema legal para poderlo llevar a cabo, yo creo que en unos 15 días tenemos resuelto y reiniciamos”, manifestó.
El 19 de febrero de 2021 la biblioteca pública comenzó a ser desmantelada por disposición del entonces gobernador, Jaime Bonilla Valdez, quien a propósito informó que en este caso los servicios bibliotecarios se trasladarían a la sede de las oficinas de correos sobre la calle 11, en la Zona Centro, inmueble perteneciente a la federación.
Aída Méndez resaltó que un grupo de ciudadanos se manifestaron en contra y lograron mantener la biblioteca en su sede original, con el apoyo de la entonces alcaldesa, Karla Patricia Ruiz Macfarland.
Con ello se proyectó la remodelación del inmueble, a llevarse a cabo con recursos de la SIDURT. Sin embargo, “desde noviembre de 2021 se suspendieron las obras”.
La entrevistada advirtió que en octubre de 2022 la biblioteca municipal cumplirá 40 años. De ahí que se pronunciara porque al grupo Ciudadanos Unidos por la Cultura se les permita gestionar la reapertura del recinto institucional.
Los ciudadanos que buscan de hacerse de nuevos conocimientos, las personas que pretenden hacer el examen del Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior, las comunidades de invidentes y sordos, así como amas de casas y desempleados requieren el espacio, remató.
