Transitaron entre las instalaciones de la policía municipal de Tijuana y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos exigiendo inmediatez en la atención ante el riesgo de los cientos de migrantes que viven en el albergue Ágape.
Inmediatez en la respuesta policíaca ante los llamados de emergencia en el albergue migrante Ágape es lo que exigieron cerca de 60 personas que protestaron mediante una marcha que hizo plantones en las instalaciones de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana de Tijuana y en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de la zona del río. Durante las últimas semanas han reportado invasiones de hombres armados y la policía ha demorado más de 30 minutos en acudir a la emergencia.
Lo que piden es una evaluación del sistema del C4, donde se atienden y canalizan los llamados de emergencia en Baja California. Aumentar el presupuesto para atención telefónica, botones de pánico y más policías es lo que expone el padre Albert Rivera Colón, presidente de la Asociación Civil Ágape.
“Lo que se busca es que transformen el sistema del 911, porque uno a veces llama al 911 y dura uno 20 minutos para que te conteste el teléfono porque las líneas están llenas. Entonces estamos pidiendo nosotros que Derechos Humanos, Federal y Estatal, que den una recomendación a las autoridades y que también los diputados puedan bajar recursos”, explicó Albert Rivera a ZETA.
Desde las 10:30 de la mañana hasta la 1 de la tarde, los migrantes marcharon por diferentes vialidades y oficinas de la zona del río de Tijuana. Desesperado, el padre Albert, recuerda los momentos de crisis en los que llamó a la policía sin obtener respuesta.
“Alguien se metió en nuestro albergue y tuvimos un problema. Unas personas con tubos y eso ya se estaban metiendo al albergue. Unos migrantes miraron, éramos muchos y agarraron palos y todos y cuando miraron así se fueron las personas y llegaron pues tipo amenazante y ellos tenían miedo los inmigrantes y se levantaron y se fueron. A las 12:34 de la noche “puché” (sic) el botón de alarma de adentro del albergue y nada pasó, no vinieron las autoridades, a las 12:51 volvía a “puchar” (sic) el botón y tampoco nada”, recordó el religioso.