El secretario de Educación de Baja California, Gerardo Arturo Solís Benavides, tomó protesta a Salvador Morales Riubí, como rector de la Universidad Tecnológica de Tijuana (UTT).
El exsubsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, Salvador Morales Riubí, tomó protesta como el nuevo rector de la Universidad Tecnológica de Tijuana (UTT) este sábado 2 de julio de 2022.
El secretario de Educación de Baja California, Gerardo Arturo Solís Benavides estuvo presente en el acto, fue la autoridad encargada de tomarle protesta al exfuncionario público. La UTT es una universidad pública perteneciente a la Secretaría de Educación.
Su máximo órgano de gobierno es un Consejo Directivo, cuyo presidente es el titular de la Secretaría de Educación y está integrado por representantes del sector público de los tres niveles: federal, estatal y municipal, así como del sector productivo y social de la región.
La UTT oferta las ingenierías en Electromecánica Industrial, Energías Renovables, Desarrollo e Innovación Empresarial, Financiera y Fiscal, Logística Comercial Global, Mecatrónica, Procesos y Operaciones Industriales, Tecnología Ambiental, y Tecnologías de la Información.
Además de carreras en la modalidad de Técnico Superior Universitario: Manufactura Aeronáutica, Gastronomía, Procesos Alimentarios, Química área Biotecnología, entre otras.
Salvador Morales Riubí proviene de una familia con larga historia partidista, su padre fue asesor de gobernadores y líder moral de un ala del Partido Acción Nacional. El ahora rector de la UTT fue coordinador de campañas en el PAN, después de haber sido diputado local y dirigente estatal de Acción Nacional.
También fue titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California y secretario particular del ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid. Posteriormente, Salvador Morales fue subcoordinador de la campaña de Jaime Bonilla Valdez al Senado de la República, y su último puesto público fue cómo subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario.
En dicho cargo tuvo diversas amenazas, incluidas un par de mensajes escritos en matas colocadas en distintos puntos de Tijuana, donde denunciaban tortura y actos de corrupción dentro del penal de la mesa para beneficiar el tráfico de drogas del Cartel de Sinaloa.