Cada 6 de abril se celebra el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz; con esta celebración mundial, promovida por la ONU, se procura una conciencia que posibilite reconocer el papel positivo del deporte y la actividad física en las sociedades y en la vida.
Personalmente coincido en creer que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo; es un derecho fundamental que constituye una fortaleza, que lleva a estrechar relaciones sociales y favorece el desarrollo sostenible así como la paz, la solidaridad y el respeto.
El derecho humano al deporte y la cultura física, se puede entender como la prerrogativa a favor de todas las personas para adquirir y desarrollar conocimientos relacionados con su anatomía y los movimientos de su cuerpo; también como la práctica de actividades físicas, sea por esparcimiento o de manera profesional, quedando obligado el Estado, entre otras, al fomento del mismo.
Este derecho se interrelaciona de manera directa con otros, como a la salud, a la educación, al desarrollo, a la cultura, a la libertad de asociación y reunión, al descanso y al esparcimiento, el derecho de las niñas, niños y adolescentes al juego y el derecho de las personas con discapacidad a participar en los deportes en igualdad de oportunidades.
El deporte puede trascender las barreras de sexo, religión, motivos de discapacidad y nacionalidad; puesto que promueve el desarrollo humano, la inclusión y el bienestar, cambiando la percepción en la comunidad, mediante la eliminación de estereotipos y prejuicios sobre las personas que se encuentran en los grupos de atención prioritaria, como mujeres, personas con discapacidad y personas que viven con VIH/SIDA. Además, promueve la cultura de paz, ayuda a la salud, estimula el desarrollo, enseña liderazgo, propicia la no violencia, fomenta actitudes solidarias y genera habilidades para trabajar en equipo.
En la Agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas en octubre de 2015, se reconoce que “el deporte contribuye […] a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, y que respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social”. Por lo que el deporte es una herramienta para alcanzar el desarrollo sostenible, la paz y un catalizador de la inclusión.
Por ello es importante desarrollar políticas públicas para promover el deporte y la actividad física; al respecto los datos estadísticos de la OMS señalan que:
*En todo el mundo, 1 de cada 4 adultos y 3 de cada 4 adolescentes (de 11 a 17 años) no siguen actualmente las recomendaciones mundiales relativas a la actividad física.
*La inactividad representa entre el uno y tres por ciento de los costos nacionales de atención médica, aunque se trata de cifras que no incluyen los costos asociados con las afecciones de salud mental y musculoesqueléticas
*En México el 75 por ciento de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, y ocupa el primer lugar de obesidad infantil.
*Las niñas y las mujeres, así como las personas mayores, suelen tener menos acceso a espacios y lugares seguros, accesibles, asequibles y apropiados en los que se pueda realizar actividad física.
Los estereotipos de género restringen y dañan desproporcionadamente a las mujeres en los deportes, pues con ellos se les impiden demostrar su potencial. Históricamente. Por ejemplo, en los Juegos de 1900 en París, de un total de 997 atletas, solo 22 mujeres compitieron. Cuando las mujeres logran llegar a ser atletas profesionales, se encuentran con una brecha sustancial en el salario; fue el caso de la Copa Mundial de Fútbol Femenino en 2016: ésta fue de 15 millones de dólares, comparados con los 576 millones de dólares de la Copa Mundial de Fútbol Masculino.
En la historia hay múltiples mujeres deportistas que han sobresalido, como la ciclista Alfonsina Strada, la primera mujer en competir en los Giros de Lombardía y de Italia junto a hombres, y Alice Coachman, la primera deportista afroamericana en conseguir una medalla de oro para Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, en la disciplina de salto de longitud.
A nivel nacional y local también hay una larga lista de mujeres destacadas que seguramente seguirá creciendo, entendiendo que el deporte y la igualdad nos propician paz y desarrollo sostenible.
Melba Adriana Olvera fue presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja California.
Correo: melbaadriana@hotmail.com