“Lo que queremos es que no se nos castigue por ejercer estos derechos. Ese es el camino a la dictadura cuando se reprime a la gente en sus creencias, que se castigue a un papá por educar a sus hijos es una aberración”, comentó William Mora
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Fue durante una conferencia realizada este martes 5 de abril que miembros del Congreso Iberoamericano para la Vida y la Familia se pronunciaron en contra de las sanciones del artículo 160 del capítulo XII de delitos contra la orientación sexual, la identidad y expresión de género.
Dicho artículo busca imponer de 2 a 6 años de prisión y multa de quinientos a dos mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización; a quien “realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona”.
Según William Mora, representante del Congreso Iberoamericano para la Vida y la Familia en Baja California, su incomodidad obedece a la instrucción del segundo párrafo del artículo 160, el cual señala que la sanción antes mencionada aumentará al doble cuando esas conductas se realicen en contra de niñas, niños o adolescentes, pues “los padres deben poder orientar, aconsejar y hablar con sus hijos al respecto”.
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“Lo que queremos es que no se nos castigue por ejercer estos derechos. Ese es el camino a la dictadura cuando se reprime a la gente en sus creencias, que se castigue a un papá por educar a sus hijos es una aberración”, comentó William Mora.
Al hablar de las repercusiones de las terapias de reconversión, entre las cuales su encuentran el estrés postraumático, depresión y suicidio, William Mora mencionó que son casos aislados y que las sanciones del artículo 160 buscan sancionar que los padres puedan platicar con sus hijos acerca de cambiar su orientación sexual.
“Lo que nos están impidiendo es dar terapia de consejería. El varón nace varón, la mujer nace mujer, el matrimonio es entre hombre y mujer; si otros piensan diferente, pues muy respetable, pero que nos quieran impedir enseñar eso a nuestros hijos es lo que estamos peleando”, puntualizó William Mora.
Las terapias de reconversión se dan en algunas comunidades cristianas de Baja California y son impartidas por consejeros y psicólogos profesionales, las edades en que los padres llevan a sus hijos oscilan entre los 10 y 16 años para que dejen de ser gays por medio de una consejería.
“Nosotros creemos que tener confusión de identidad sexual es por una serie de factores que afectan la mente del jovencito”, dijo William Mora.
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